sábado, septiembre 18, 2004

Reflexiones de una mañana del verano cotidiano

Es bonito
reflejar en un blanco papel
los motivos de una frustración;
pero es aun
más hermoso y gratificante
poder transcribir la dicha,
plasmar en el papel
aquello que te hace sentir bien.
Sonreir soñando
con Una calle de París
recordando el ayer,
la emotividad de Mar Adentro
y las palabras de un amigo
que hicieron mella en mi piel
aunque siempre para bien.



[no todo iban a ser malas sensaciones. Y ya que estamos y aunque no venga mucho a cuento quisiera dar las gracias a mis biblionen@s, que se que algunos lo leeran, por todo en general, y en especial por el día de ayer, y decirle a Iciar que si se siente en parte tema de este blog, quizás sea porque se lo ha ganado a pulso, gracias]

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