domingo, septiembre 26, 2004

Me siento extraña.
No sé hacia donde tirar.
No lo puedo olvidar,
no puedo pensar.
Me dicen que lo olvide,
que no merece la pena
pero no puedo evitarlo,
es como una larga condena.
¿Que se puede hacer
en una situación como esta?
Sufrir por querer
o coger y dar la vuelta.
Miro, siento,
sufro, lloro.



[si es que nunca podría llegar a funcionar; como podía colgarme de aquel al que tiraba a patadas de la cama, el que jugaba con los videojuegos mientras yo leía sus libros, el que para mi desde hace años es el hermano que nunca tuve...]

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