jueves, julio 28, 2011

De balances y liberaciones

Siempre acabo haciendo balances. Al acabar el año, el curso, siempre hago balances. Esta vez mi año vital y mi curso académico acaban el mismo día. Hoy cumplo 26 años y acabo el peor curso, académicamente hablando que he tenido jamás. Cuando hice el primer máster al tiempo que acababa la licenciatura, me pareció el mayor suicidio mental que alguien podía sufrir, y con la perspectiva del tiempo, ahora me parece que fue un camino de rosas. Hace un año cumplí los 25 de una manera un tanto agridulce. Soplaba una vela amarilla en una trufa de chocolate que mis alumnos de la academia me habían comprado para hacerme sonreír. Físicamente, no podía estar peor, pero disfrutaba cada día de mi trabajo y de mi estabilidad emocional. Desde aquella, mi espalda no ha mejorado demasiado, ha pasado por altibajos muy grandes y poco a poco empieza a estabilizarse. Una vez que perdí el trabajo que tanto me llenaba, me sentí perdida e intenté buscar otros semejantes, pero ante el pánico de la desgana, de la apatía y de la desesperación que produce el desempleo, decidí embarcarme en un máster que nunca me llegó a convencer. Durante este curso he sufrido, he llorado, me he desesperado, he perdido la fe en mí misma y sobre todo, me he sentido INCAPAZ de continuar en multitud de ocasiones. Pero finalmente, una es capaz de sacar fuerzas de flaqueza, apoyándose en aquellos que son capaces de mantenerme en pie y he intentado aguantar la presión hasta llegar hasta aquí. Y hoy, tras una mañana de nervios, dudas y pánico escénico, he conseguido dar por terminada esta etapa. Y quiero creer que a partir de mañana comienza una nueva etapa, que hoy puede considerarse mi enésimo corte y edición. Y todo aquello que me ha atormentado en los últimos meses se ha esfumado por la puerta de atrás. Así que hoy tomo de nuevo las riendas de mi destino, sin dejarme llevar pero sin oponer resistencia, y sabiendo que todos los reveses que me traiga la vida, voy a poder compartirlos contigo.

lunes, julio 25, 2011

Días de Mar

Días de Mar. Tardes de Sol e Sal. Un verán agochado que sae só cando quere deixar pingas de maxia sen avisar. Ese olor a Sal que che penetra ata os ósos, ese que nas vilas mariñeiras xa medra dentro de un. Desfrutar dunha tarde de Mar improvisada, na que tan só importa sentir no máis fondo ese olor a Mar. Unha tapa de polbo á mugardesa, ás veces, pode resultar o máis apetitoso dos manxares, despois dun paseo en lancha contemplando a boca da nosa ría.

sábado, julio 16, 2011

Y al final...

Donde no hay amor, pon amor y sacarás amor
San Juan de la Cruz



La vida te va llevando por caminos sinuosos
y, a veces, la gente viene y va,
pero muchas veces vuelve.
Y si siembras amor, acabas recogiendo amor.
Y a mí me encanta comprobar
que por muchos años que pasen
todavía sentís que podéis confiar en mí.
Y eso, no tiene precio.

miércoles, julio 13, 2011

Caída en picado

Mi vida se desmorona por momentos
y a veces, intento cerrar los ojos para no verlo.
Todo ha dejado de tener sentido
y ya ni siquiera yo soy capaz de entenderme.
Me siento sola, me falta el aire
y no soy capaz de encontrar la salida.
Y nadie, absolutamente nadie, me entiende.
Pero a veces, quiero creer
que hay alguien en este Mundo
que a ratos se atreve a intentarlo.

martes, julio 12, 2011

Días Grises

A veces, por mucho que mires al cielo
hay nubes que nunca se marchan.
Hay días que nunca amanecen.

lunes, julio 04, 2011

Esperando

Los días pasan y mi vida sigue en stand-by.
Me duermo caminando entre elfos y hobbits
y despierto creyendo que todo está a punto de cambiar.
Y lo único que pasa, es que sigue pasando el tiempo.

viernes, julio 01, 2011