domingo, agosto 31, 2008

Inevitablemente yo

Si es cuestión de confesar, preparo el café demasiado cargado, y además me gusta el fútbol. No podría ser infiel y no tengo puntería ni para jugar a los dardos ni para entender por qué no es importante dar en el centro de la diana. Y no, no llevo reloj casi nunca. Y si lo llevo, desde luego no lo uso.
Y para ser más franca, nadie piensa en ti como lo hago yo ... aunque te dé lo mismo.
Si es cuestión de confesar, suelo dormir mal por las noches, sobre todo esta última semana, y los domingos me ducho siempre con demasiada prisa. Lloro al menos una vez al día, y casi siempre es por ti, sin importar si afuera de mí hace frío o calor.
Conmigo nada es fácil, ya debes saber, me conoces bien ... y sin ti todo es tan aburrido
Y tienen razón los que dicen que cuando hay que hablar de dos es mejor empezar por uno mismo. Y lo he aprendido demasiado tarde, y gracias a ti.
Ya sabrás la situación, aquí todo está peor ... pero al menos aún respiro.
El cielo está cansado ya de ver la lluvia caer y cada día que pasa es uno más parecido a ayer. No encuentro forma alguna de olvidarte porque seguir amándote es INEVITABLE.

sábado, agosto 30, 2008

viernes, agosto 29, 2008

Resaca

El cielo tiene una luz tenue. Como tenues eran ayer las primeras lágrimas que se perdieron en el fondo de algún emepetrés. He decidido dejarme uñas de cantautora. Es un primer paso. Así quizás entre el niño bonito y yo conseguimos que los hermanos guitarristas autoaprendices nos digan cómo parecernos a ellos. Aunque no tengamos ni idea de solfeo. Sólamente ganas de provocar notas. O poder reproducir las canciones de Ruibal, o de cualquiera que se nos pase por la cabeza en este momento. Creo que lo mejor y lo peor que puedo hacer es refugiarme en la música. Aunque me pueda la tristeza y tú no lo entiendas

jueves, agosto 28, 2008

Volver a volar ... y a aprender a hacerlo

Hay quien dice que hay que endulzar los reveses de la vida. Con piruletas de corazón o chupetes de caramelo. No importa. Lo que importan son las sonrisas que se generen. Y volver a aquello que irremediablemente echamos de menos, a lo que nos hizo sonreír alguna vez. Y aprender nuevas formas de querer.Te.

martes, agosto 26, 2008

Imagina

Imagínate por un momento que hay un precipicio enorme, y al fondo, casi imperceptible, un río caudaloso de estos que no dejan títere con cabeza. Imagínate que lo sobrevolamos, que lo sobrevolábamos. Y no tenía miedo porque tú me llevabas. Y agarrada a ti no podía caerme.

Imagínate ahora que ya no estoy agarrada, que caigo lentamente, y que la profundidad es tan, tan grande que tardo demasiado en estamparme contra el agua. ¿Quién va a ser mi paracaídas ahora que no estás? ¿Quién estará en el río con un bote salvavidas para evitar golpes irreparables? ¿Cómo narices puedo aprender a volar mientras caigo boca abajo?

Nada significa nada

Es una extraña sensación de vacío, como cuando pierdes algo que nunca has tenido, cómo cuando rebuscas en todos y cada uno de los rincones de alma que se te ocurren y sigues sin encontrar nada. Porque ya no queda nada. ¿Dónde se fueron las canciones, todas las canciones? Y esas ilusiones que nadaron río abajo por las lágrimas que corrían por mis mejillas hasta que mis ojos acabaron por secarse una vez más. Las desgracias nos inspiran. Sí. Sobre todo esas que te dejan sin palabras hasta que empiezas a asumirlas. Y luego empiezan a salir a borbotones y no hay papel ni memorias externas suficientes para guardar tanta desdicha. Ayer volví a colgarme el crucifijo del cuello. Suelo llevarlo durante largas temporadas, sobre todo en las más difíciles. Para que así, mirando hacia abajo, lo sean menos. Y ahora … creo que me va a hacer falta Fe. Mucha Más Fe de la que siempre he tenido.

sueño o pesadilla

He de confesarte que esta mañana me desperté demasiado temprano, después de haber dormido demasiado poco, y mal, como cuando acabas de tener una pesadilla. Y deseé con todas mis fuerzas que fuera lunes de nuevo, que el día de ayer no hubiera existido, y que nada hubiera cambiado. Pero luego sentí esa presión en el pecho y ese malestar en el estómago que se han instalado en mi metabolismo desde anoche y comprendí que no era así. Pero incluso así necesité comprobarlo. Cogí el móvil y miré la fecha: 26 de agosto de 2008. Sí, era martes ya. Mensajes recibidos, un mensaje de ayer. Sí definitivamente, ayer existió. Y vaya si existió. Hubiera dado cualquier cosa porque sólo hubiera sido un mal sueño.

lunes, agosto 25, 2008

¿Sabes?

Tengo la mala costumbre de ser de efecto retardado para algunas cosas importantes. Y de tener la tripa sensible o frágil o no sé cómo denominarla. Y todo lo que me afecta acaba dando vueltas por ella. Hoy he sido incapaz de cenar. Quizás porque me ha costado unas diez horas asumirlo. Y una vez asumido, se me ha cerrado la boca del estómago. Creo que hacía demasiado tiempo que no ocurría. Tanto, que ni siquiera recuerdo que me hubiera pasado antes. Pero seguro que ha sido así. Con mis ganas de comer se han ido también mis sueños e ilusiones. Y ahora ... ¿qué me queda?

apagándome

Me hubiera gustado que el mundo se equivocara, que no hubiera confusión, que las cosas hubieran estado siempre claras. Me hubiera gustado no haber perdido el tiempo, aunque he de confesar, que a tu lado nunca el tiempo es perdido y que quererte ha sido lo mejor que he sabido hacer nunca, aunque haya sido la más equivocada de las decisiones. Al menos, la de quererte de esa forma. Pero si no recuerdo mal, nunca elegí tal cosa. Las mayores decisiones de mi vida han sido las que no he tomado. Y hacerte formar parte de la banda sonora de mi vida ha sido la mayor de ellas. Y ya ni siquiera tengo lágrimas con que llorar la desilusión. Sólo amor, y más amor. Y nada que hacer con él. Ni una simple dirección a la que mandarlo.

Ahora

Resulta que todo lo que siempre pensaron algunos es cierto. Resulta que el asume que siempre le decimos a cierta persona se ha vuelto en mi contra. Resulta que tengo demasiadas cosas que decir y no digo nada. Y resulta también que el latido de mi corazón aminora por momentos.
Y es que nadie dijo que fuera fácil.
Y es que no hubo nada nunca más difícil.

¡ja!

¿Difícil?

Difícil es sacarse una tesis doctoral al tiempo que el último año de solfeo mientras en tus ratos que no deberías denominar libres trabajas como repartidora de pizzas en moto por Madrid, que es bien grande. Y además eres independiente, vives sola y nadie comparte contigo las tareas domésticas.

Eso es difícil, sí.


Esto simplemente es imposible.

Principios y Finales

Mi corazón, esta mañana de finales de agosto, ha amanecido devastado por el huracán. Y con la serenidad de quien mira por la ventana sintiéndose a salvo de la desgracia, pero sin nada por lo que luchar ya, me toca recomponer los pedazos de sueños que jamás se cumplirán. Y ver cómo se va acrecentando la amistad mientras todo lo demás salta por los aires.
Creo que nunca te había querido tanto como ahora, al principio del fin.

domingo, agosto 24, 2008

Y dime ...

Es esa canción. Nunca me canso de escucharla. Nunca dejará de recordarme a ti. Y nos pregunta si estamos equivocados. Y no sabemos qué responder. Sólo sabemos que estamos aquí. Estás tú. Estoy yo. Juntos o no. Sé que estás conmigo. Por encima de todo. Aunque no haya nada más. Pero vivimos. Y tenemos ganas de hacerlo. Y no nos cansamos. Y si hay que creer en algo, yo creo en ti y en mí. Y en que nos une el rock&roll.


sábado, agosto 23, 2008

Relojes que se detienen

Hace falta muy poco para hacerme llorar, pero hace falta mucho menos para hacerme sonreír. Soy tremendamente emotiva. Para lo bueno. Para lo malo. Y lo más curioso es que no lo parece. Sigo siendo más frágil de lo que parece y mucho más fuerte de lo que soy consciente. Pero a estas alturas es difícil cambiarme. Sobre todo porque no quiero hacerlo. Aunque no sé si eso ahora mismo es bueno o es malo. Soy capaz de llorar mares enteros con una canción protesta, con la escena cumbre de la película más tonta del mundo, o al ver a mi gimnasta favorita besar el tapiz entre lágrimas en la que podría haber sido su última actuación en unos Juegos Olímpicos (aunque no lo fue). Soy capaz de sonreír porque en el orden aleatorio del Reproductor sale esa canción que me hace pensar que la vida siempre merece la pena, o mirar por la ventana y ver el sol que debería haber estado presente todo el mes de agosto y no ha sido así, o también al ver alguna sonrisa en las caras de aquellas personas que fueron importantes en su día, que todavía no he podido ni querido olvidar, a las que todavía se echa de menos.

viernes, agosto 22, 2008

Palabras

Resulta que dicen que es verano, pero Agosto pasa sin pena ni gloria, como el de las canciones de Alex Ubago, sin que tengamos tiempo a ponerle remedio antes de que nos asole el mes más negro.
El calentamiento global o los aparatos de aire acondicionado, nadie sabe los motivos pero mi estado oscila entre lo febril y lo insoportable. Y últimamente ni siquiera yo soy capaz de soportarme. Y de repente resulta que mi signo del zodiaco se hace presente. Yo creo que nunca ha dejado de estarlo. Lunática, y con signo de fuego. No es mi culpa, han sido las circunstancias.
Hace dos días que no te veo. Y eso me produce más ansiedad que la sola idea de desconectar del mundo exterior. Fuera, el día está nublado. Echo de menos el sol. Echo de menos compartir contigo los días de sol. Y escuchar contigo las canciones de Amaral. Pero no por ello dejo de escucharlas, aunque sea en soledad. Porque cuando las escucho, en el fondo, tú también estás.
Últimamente grito mucho, y eso no favorece a la recuperación de mi garganta, tocada de las noches a la fresca. Noches en las que hace demasiado que no coincidimos, noches en las que siempre acabo hablando de ti aunque intente olvidarte en el fondo de vasos de cubata. Con pipas con sal y mucho hielo.
Hay una chica que se sienta siempre en la mesa de atrás, detrás de los libros de Historia. Antes suspiraba por ti. Ahora ya no lo sé. Sólo sé que yo lo sigo haciendo. Creo que en algún momento quiso odiarme. No la culpo. Yo también quise odiarla a ella. Pero el odio es tan volátil como irracional, así que nunca llegó a materializarse.
Y no sé qué pasa que ahora siempre que escribo sobre ti, apareces. Incluso cuando estoy casi segura de que no vas a venir.
Parece que ya nada tiene sentido, que es imposible entender nada.
Pero en realidad, nunca nada tuvo tanto sentido como hoy.

jueves, agosto 21, 2008

Almu



Ayer volvió a hacerme llorar. Verla emocionarse delante de las cámaras de TVE hablando de su retirada. Me parece mentira que después de estos Juegos no vaya a volver a verla competir nunca más. Ese momento en el que bese el tapiz por primera, última y única vez será emocionante para todos los que la seguimos desde hace años.



Algunos quizás no lo entiendan, para algunos no será más que una deportista más. Pero no lo es en absoluta. Ayer se autodefinió como una estrella de la gimnasia, y realmetne se lo creía. Y lo es. Lo es no sólo porque sea buena, no sólo porque sea constante, no sólo porque tenga carisma, no sólo porque no pierda la sonrisa.



Almudena Cid es una estrella porque tiene espíritu de deportista 100%. Porque ha llevado la rítmica por bandera allá donde ha ido, consiguiendo que la gente hablara de ella y fuera reconocida.



Y ha tenido la fuerza, las ganas y sobre todo el autoconvencimiento de que si te esfuerzas y luchas, y tienes ilusión PUEDES. Y así se ha plantado en sus cuartos Juegos Olímpicos. Es la única gimnasta que lo ha conseguido. Y eso será porque no es fácil, está claro. La rítmica es uno de esos deportes en los que a los 20 años empiezas a ser ya mayor (di tú que yo me jubilé a los 18, pero obviamente no vamos a comparar mi estado físico con el de ninguna profesional, seamos serios).



Y ella a sus 28 está representando a España en unas Olimpiadas. No, desde luego que no es fácil. Y si lo ha conseguido ha sido por su tesón, por su empeño, porque dijo puedo y pudo. Y nada podría hacerme más feliz que verla retirarse por todo lo alto. Y es que aunque estos sean sus últimos Juegos, sus últimos campeonatos, siempre será la mejor gimnasta española de la historia. Sí, sé que eso es subjetivo totalmente, pero este es mi blog, y para mí Almu es Almu.

Y punto.

miércoles, agosto 20, 2008

In-fle-xión

No hay nada como echar la vista atrás y ver cómo has llegado hasta dónde estás para saber hacia donde se dirigen tus pasos. Yo sé que hasta aquí he caminado sola aunque bien acompañada. Aunque no tenga sentido. Pero si cierro los ojos siento que no quiero dar un paso más sin hacerlo contigo.

martes, agosto 19, 2008

Schhhhh

Detesto tus silencios cuando yo no los escucho.
Detesto todavía más las cuentas atrás para las despedidas.
Definitivamente No Quiero Que te Vayas

Elle





Siempre fue lo suficientemente especial como para no ser chica de una noche

pero nunca lo bastante como para ser la chica de todas las noches.

lunes, agosto 18, 2008

Suspiros

Cada segundo que paso a tu lado se vuelve inestimablemente valioso. Será porque las cuentas atrás intensifican los instantes. Es increíble lo que se puede llegar a magnificar una mirada penetrante hacia mí o hacia la nada que se cruza con la mía y nos hace sonreír a ti y a mí. Es imposible no sonreír a tu lado. Quizás es esa circunstancia la culpable de todas las demás. No lo sé, pero tampoco me quitan el sueño los motivos, sino las consecuencias de todo esto. Y odio y a la vez adoro esas milésimas de segundo en las que por nuestra cada vez más reiterada torpeza nuestros labios se rozan involuntariamente. Y volvemos a sonreír. Como si no ardiera mi alma por dentro cuando algo así sucede. Creo que he aprendido bien a disimular según qué impulsos, a pesar de todo. Y Tú sigues siendo el dueño y causante de todos mis suspiros.

domingo, agosto 17, 2008

Genial

Eres genial, dices. Y no sé si con la boca grande o pequeña porque lo dices por escrito. Como casi todo lo que últimamente nos decimos. Y casi es mejor así. Porque hay cosas realmente difíciles de pronunciar. Sobre todo para mí. Sabes que detesto descontar días, aunque sea para reencontrarme con quien me quiere, pero hacerlo para decirte adiós es absolutamente devastador. Y los días, sin embargo, pasan inexpugnables, por mucho que yo pueda rezar para que el tiempo se detenga y tú te quedes a mi lado. Sí, yo fui quien te animó a marcharte; pero no es menos cierto que a día de hoy no quiero que te vayas, pues aunque siempre supe salvar las distancias esta vez será mucho más difícil de soportar. Porque se trata de ti. Y dices que no estás por la labor de alejarte de mí, y eso me da la seguridad de que nunca dejarás de formar parte de mi vida por muy lejos que estés de casa, o que yo lo esté. Pero aún así me duele. Y me duele que seas tan genial que a pesar de los pesares nunca dejes de quererme a tu manera. Y me duele no ser lo suficientemente genial como para no tener dudas y confiar en ti al cien por cien. Pero es que en este juego ... está claro que no podemos tener ambos las mismas cartas. Y por eso tengo miedo de perder la partida.

viernes, agosto 15, 2008

Mientras tanto ...

Anoche te escribí. Era uno de esos textos que normalmente no me atrevería a enseñarte porque hablaba de ti. Pero luego pensé en todos aquellos textos que habías leído ya, que hablaban de mí y de mis circunstancias, sí, pero también de las personas que me rodean. Y pensé que quizás te gustaría saber que también escribo sobre ti. Y además, mucho más de lo que imaginas. Me resulta difícil enseñarte lo que escribo, porque en realidad muy poco de lo que escribo no habla sobre ti. Pero decidí que ya era hora de que leyeras alguno. Quizás alguno que no fuera del todo evidente. O quizás sí. ¿Quién puede saberlo? ¿Dónde está el límite de la evidencia? Sólo quería que supieras que me importas, y que iba a echar de menos. Sólo eso. Aunque si quisieras leer entre líneas, decía mucho más. Y ahora me encuentro sumida en la incertidumbre más profunda. Sin saber si lo has leído ya, o qué piensas al respecto. Esperando tu visita, esa que siempre haces en tus ratos libres y que hoy se retrasa. ¿Y por qué hoy precisamente tardas tanto? ¿Y por qué hoy precisamente quizás no aparezcas? Y cuando mi frustración y mis temores llegan al punto más alto … tú simplemente apareces. Como si nada. Más callado y distante, quizás. O a lo mejor son simplemente imaginaciones mías. Quizás yo también lo estoy. A lo mejor ni siquiera lo has leído todavía. O a lo mejor sí y no sabes que decir.

jueves, agosto 14, 2008

Quedarse y aguantar

Es curioso. Se me acelera la respiración con demasiada facilidad. Y ni siquiera estás aquí. Quizás ese sea el problema. Que ya te echo de menos cuando no te veo, experimentando una especie de preludio de lo que vendrá cuando no estés. No dejo de pensar en ello, porque es algo que me atormenta. Quizás sea esa la razón por la que me cuesta tanto conciliar el sueño, quizás porque tengo miedo de perderte. Y sé que no va a pasar. Quizás lo que más miedo me da no es perderte, sino pensar que puede suceder. Y todavía me tiembla el pulso. Y juraría que hasta tengo taquicardias. Será la ansiedad de verte alejar poco a poco, la misma que te acompaña estos últimos días. Y es que marcharse nunca es fácil, pero quedarse es mucho peor.

miércoles, agosto 13, 2008

Volviendo a descontar días …


No me imagino recorrer ningún camino sin que tú camines a mi lado. Y lo sabes. Porque aunque no te vea, siento que estás a mi lado en cada paso. Y quiero que siga siendo así. Te echaré de menos, mucho más incluso de lo que tú no te cansas de repetir que me echarás de menos a mí. Pero a veces me dejas sin palabras. No quiero perderte, dices. Como si eso fuera siquiera posible. Sabes, sabemos, que no lo es. Que sin ti jamás podría volver a ser yo. Así que no pienso permitir que te vayas demasiado lejos. Y con esto no me refiero a los kilómetros, bien sabemos que las distancias no se miden ya así. Con esto quiero decir que no habrá nada que me separe ni un poquito de ti. Porque lo único que podría separarnos, sería alguno de los dos. Y por el momento, me temo que ninguno estamos por la labor.

Adicciones peligrosas

No recuerdo bien aquellas clases en las que nos explicaban los peligros de la vida ahí fuera. No recuerdo que en el tema de las adicciones me hablaran de ti, a lo mejor es que hice pellas ese día. Y sin embargo, eres la más peligrosa de todas. Quizás por no saber que lo eres. Así, sin haberme dado cuenta de por qué o por qué no, he caído irremediablemente en ti y no creo que pueda desengancharme fácilmente. Ni aunque se marchen todos los trenes del mundo, ni aunque pasen treinta y ocho días y te vayas de mi lado. Porque ni siquiera así podrás salir de mi vida. Y es que no sé que voy a hacer con este síndrome de abstinencia que me asola.

lunes, agosto 11, 2008

Compartiendo

Estás a mi lado, como tantas otras veces. Y de vez en cuando nos miramos, sonreímos y no sabemos por qué. Son esa clase de cosas las que me hacen levantarme cada mañana, las que me motivan a seguir, a esforzarme, a querer luchar por un propósito. Sabes como nadie que esto no me llega, que no me llena, y quizás por eso me ayudas a centrarme en esta vida que no acaba de convencerme. Y me regalas sonrisas cada día. Sólo para que yo no deje de sonreír. Sólo para estimularme a conseguirlo. Sé que la motivación tiene que salir de dentro de mí, pero es mucho más fácil cuando tú me ayudas a encontrarla. A pesar de todo.

domingo, agosto 10, 2008

Sin.sentidos

Solía llevar gafas oscuras y muy grandes para ocultar sus sensaciones a todo aquel que quisiera aventurarse a adivinarlas. Y callaba. Callaba demasiado. Tanto que cuando su paciencia rebosaba el límite de lo permitido, la situación le desbordaba. Y entonces todo dejaba de tener sentido. Porque se pasaba la vida buscando un equilibrio que empezaba a dudar de que en realidad existiera. Y terminaba siempre odiándose a sí misma. Porque siempre había detestado la cobardía. Y sin embargo, siempre le había faltado valor para ser ella misma.

sábado, agosto 09, 2008

viernes, agosto 08, 2008

Esperando

Hay días en los que vienes a verme y nos saludamos con un par de besos que nos pedimos, o nos damos sin pedir, que es mucho mejor. Y sonreímos y nos reímos. Y nos miramos de esa manera que a mí me hace estremecer por dentro. Y hay noches en las que intento olvidarte y disfruto de cada instante. Pero siempre hay algo que me recuerda a ti. Como ver de lejos a las personitas que más quieres, o saludar al amigo de tu amiga o hablar de ti con los compañeros con los que compartiste la infancia o la adolescencia. Y las canciones. Todas las canciones hablan de nosotros. O al menos eso a mí me lo parece. Y no dejo de esperar tus llamadas.

miércoles, agosto 06, 2008

Agosto

Y apareces de repente, cuando nunca te espero, cada vez que hablo demasiado de ti. Y charlamos sobre lo vanal y lo humano. Y me dices cosas como que te encanta como escribo aunque no hayas leído nada de lo que escribo para ti, pero sí todo lo demás. Y resulta que a veces vienes a verme en tus ratos de descanso sólo para ponerme la mano en el hombro y darme fuerzas. Como acostumbro a veces a hacerlo yo. Y coincidimos por aquí y por allá. Y hablamos de tus amigos y de mis amigos. Y compartimos momentos irrepetibles. Y resulta que volvemos a encontrarnos por casualidad y cuando eso ocurre y no hay nadie más a nuestro alrededor parece que el mundo se detiene. Y me das dos besos. Y me regalas cosas que le ponen un poco de sal a la vida, y otras que la endulzan. Como tus historias, o tus sonrisas. Y muchas cosas más. Y no quiero empezar de nuevo a hacer [des]cuentas atrás. Aunque vaya a ser inevitable . . .

lunes, agosto 04, 2008

Cosas que me dices ...


-Te voy a echar mucho de menos cuando me vaya
-Sí
-Tus risas.
-Sí
-En serio, te voy a echar mucho de menos cuando me vaya.
-Sí
Y yo decidí simplemente comenzar a contar botones en mi memoria para no pensar en que cuando te marches una parte de mí se dedicará a hibernar en silencio

Las noches confusas

Y es evidente que la noche y las circunstancias desfavorables influyen negativamente en el equilibrio mental de cualquier joven, especialmente cuando la bipolaridad atormenta a las pocas neuronas que la asolan. Y hasta el más insignificante detalle puede poner en marcha la bomba de relojería de las emociones inestables. Y hay abismos que abren más y más hondos cada segundo que transcurre. Y ella se asoma, y se tambalea, y resbala y siempre encuentra obstáculos para caer del todo y resulta que no hay ramas a las que agarrarse. En realidad, en lugar de eso hay manos extralargas que la sostienen y no sólo eso, sino que la levantan, la depositan en la superficie y se dedican a echar más y más tierra sobre ese agujero para que nunca jamás vuelva a abrirse. Y resulta que a la mañana siguiente. O quizás un par de días después nadie es capaz de diferenciar la tierra que cubre el agujero de la que pisan sus pies. Porque se ha endurecido tanto que resulta que el precipicio imaginario nunca existió.

domingo, agosto 03, 2008

viernes, agosto 01, 2008

Naufragando

Es curioso. Es más que probable que no hayas escuchado más que un par de canciones de mi músico favorito. Seguramente no sepas cuántos discos ha sacado, en qué grupos ha estado o el nombre de ninguna de sus canciones. Y sin embargo cuando lo escucho se me remueven las entrañas al son de sus acordes dibujándote a ti. Y además si tú me miras sabes todo lo que estoy sintiendo aunque sea la primera vez que le escuchas. O la cuarta, o la decimonovena. No sé si es por intuición, o por el brillo de mis ojos.