sábado, septiembre 29, 2007

miércoles, septiembre 26, 2007

compartiendo sonrisas entre el dolor

Me dices que sonría, que es lo más importante. Y sonríes. Y me haces sonreír con tu sonrisa. Y sin darte cuenta me regalas momentos únicos que para ti son rutina y para mí un mundo. Porque la vida se ha empeñado en ponerse cuesta arriba y sin darte cuenta, a ratitos, tu sonrisa me la va allanando.

domingo, septiembre 23, 2007

que a fin de cuentas mañana será otro día

Días que nunca terminan, lágrimas que afloran sólo en momentos puntuales. Impotencia, desasosiego. Sensaciones extrañas, nudos marineros alrededor del estómago. Sonrisas tristes y cojines de plumas. Semanas duras, días difíciles. Atrevida ignorancia. Palabras mudas, silencios interrumpidos. Desgana. Sentirme demasiado débil para continuar. Notar que tiran de mí con fuerza como quien no admite que yo sea ningún peso muerto. Y que hoy, en cierto modo, no haya nada por lo que seguir despierta ni un solo minuto más.

lunes, septiembre 17, 2007

Cuando todo lo demás falla y tú no eres lo que desearía

Esperando los inviernos que han de venir,
desgranando los recuerdos que perdimos en cualquier rincón,
imagino tus brazos rodeándome en las tardes de domingo.


Acariciando las cuerdas de una guitarra sin estrenar,
olvidando el sabor de los besos que jamás me llegaste a regalar,
veo tus pies dibujando espirales en la arena del camino,

sin tener que pensar hacia dónde nos lleva.

martes, septiembre 11, 2007

sensaciones enfrentadas

Y sin duda lo peor es la impotencia, la espera, la incertidumbre. Que no dependa de mí ni de nadie. Que no sepamos qué hacer ni qué va a pasar. No saber cuánto tiempo tardaremos en despejar ciertas dudas. Y el cansancio físico. Y la preocupación. Y los nervios. Y el cuerpo que sin quererlo tiene que aguantarlo todo. Y no poder caer. Y no querer caer. Y sonreír a ratos. Y arrancar a llorar cuando la ocupación deja momentos libres. Y no sentirme sola en ningún momento.

sábado, septiembre 08, 2007

y a mi alrededor campeaba el otoño

Te sigo añorando cuando no estás. Y te continúo pensando cuando no estás. Porque sentirte dentro todavía es más fuerte que yo, y hace meses que dejé de luchar contra ello, porque reconozco las batallas que están perdidas de antemano. Y pese a todo, nunca estoy tan bien como cuando estoy contigo.

jueves, septiembre 06, 2007

ojos abiertos

Él se sabía querido, a pesar de todo. Dudaba, como un niño al que nadie le dijo nunca de corazón que si tenía fe sus sueños se cumplirían. Temía, como alguien para quien la soledad involuntaria era el más oscuro de los destinos. Se lamentaba, como el que descubre que la desconfianza también duele. Y al final recapacitaba. Y recordaba que nunca antes le habían querido así, que nunca antes se había sentido tan feliz.

domingo, septiembre 02, 2007

amor dormido

Sigues siendo el chico de todas las canciones, el protagonista indiscutible de mis sueños o mis disparatados proyectos de futuro. Y es curioso ver como ya no duele el tenerte cerca o verte feliz cuando no estás conmigo. Desgañitarme cuando alguien se arranca con Turnedo y pensarte en cada acorde y cada nota acompasada con que nos deleita el chico de la guitarra. Y no me importa confesar que sigues grabado a fuego y que tu sonrisa es el único universo en el que estaría dispuesta a perderte. Al menos por ahora.

sábado, septiembre 01, 2007

lo que nunca me dijeron

No me enseñaron a desmenuzar onzas de chocolate con mi paladar ni a mascar granos de café con cada pestañeo. Nadie me dijo que acorde era el adecuado, o cuantas sonajas tiene que tener una pandereta para que no suene a lata. En los libros que me leían de pequeña no decían cuánto tiempo había que esperar a desfallecer cuando se me arqueaban las cejas en demasía. A todo eso tuve que aprender sola, como quien intenta dar dos giros sin soltar la pierna para que un promenade valga lo que tiene que valer, como quien aprende a mover el bolígrafo con el impulso necesario o a tararear canciones de autor mientras muerdes el filo de tus uñas sin saber por qué.