sábado, junio 30, 2007

de diálogos frívolos y vasos que se van

Ella estaba sentada una mañana de verano en el sitio de siempre, con la consumición de siempre y una de sus acompañantes habituales. De repente recordó que había olvidado el pan y cruzó a comprarlo a la papelería de enfrente. Al volver, le pareció ver su perfil en la terraza pero decidió no comprobarlo. Entró y se volvió a sentar. Al girarse vio a través de la ventana que estaba en lo cierto. Él con toda su cuadrilla estaban en la terraza y se disponían a marcharse, para lo cual, primeramente habrían de entrar a pagar sus consumiciones. Vaya. Qué bien. O lo que sea. Hola. Tranquila, no te levantes. No tenía intención. Si quiere que se acerque él. Y él se acerca. Y habla. Y cuenta sus cosas. Y pretende quedar bien. Y le enseña fotos de ayer y hoy. Y la incita a buscarle en las noches en las que siempre se encuentran y nunca pasa nada. En las conversaciones sin sentido de las que no escapa aunque debería. Y los vasos se caen. Quizás porque reconocen la tensión que intentan empañar con las medias sonrisas. ¿Vendrás? Y para qué pregunta si le da igual. No lo sé. Aunque en realidad sabía que sí. Pero por una vez se equivocó. Porque los vasos se caían. Y pensó que quizás quería decir algo.

martes, junio 26, 2007

sabor clorofila

Recuerdo tu olor y también el que imaginé para ti. El tacto de tus rizos mojados. La sensación de tu mano en mi espalda o tus ojos buscando una sonrisa bajo mis pecas. Recuerdo que hubo un tiempo en el que no sé si la nostalgia o la necesidad nos unieron más que el resto de nuestras vidas. Recuerdo que había demasiadas cosas que desconocíamos. Y hoy todavía no entendemos qué nos deparará el futuro, o simplemente el presente. Y a veces me paro a pensar si en realidad es miedo o expectación.

lunes, junio 25, 2007

atravesando marquesinas

Quizás llegará un día en el que me preguntes por qué te quiero. Y cuando ese día llegue no sabré qué responder. Como todos los sentimientos, este es el más irracional. Y mientras busco palabras que construyan un motivo para poder darte una respuesta, me preguntaré por qué tú sabes que te quiero si jamás me he molestado en admitirlo, ni siquiera a mí misma. Y sabiamente responderás: “me lo estás diciendo ahora, me lo dices cada día, con cada mirada, en cada gesto, con cada palabra, en cada silencio”. Y yo seguiré, a pesar de todo, sin saber qué decir.

domingo, junio 24, 2007

olvidos apalabrados

Ya no le importa hablar. Dicen que cuando eres capaz de hablar de algo es porque ha dejado de doler. Pero no es cierto del todo. Aunque quizás la realidad es que aunque aún duela, es capaz de racionalizar sus pensamientos. Es capaz de buscar los porqués y encontrarlos incluso. Porque a pesar de todo sigue siendo inevitable hacerle protagonista de todos los sueños que inventa.

sábado, junio 23, 2007

De noches sin magia y fuegos que hielan

Y hay días en los que sientes que ya no queda nada. Ni borrones de tinta, ni miradas furtivas, ni rescoldos de magia. Y lo que es peor, empiezas a plantearte si existieron alguna vez. El pasado se vuelve impreciso y recuerdas que nunca fuiste demasiado capaz de distinguir los sueños de la realidad. Quizás porque decidiste refugiarte en tus rutinas cuando no había nada mejor, quizás porque no supiste ver lo que la vida te podía ofrecer, o quizás es que nunca te ofreció nada y tuviste que tomarlo todo prestado. Quizás por eso cada vez que agotas un ciclo tienes que pagar con tu alma la fianza.

viernes, junio 22, 2007

Sigue siendo inevitable creer que en cada uno de mis actos puedas ir más allá. Sigue siendo difícil sonreírte sin decirlo todo con mis ojos. Sigue siendo difícil encontrarnos y saber que intuyes muchos de los pensamientos que acuden a mi cabeza. Sigue siendo difícil disimular que me estremezco tan sólo con que me mires. Sigue siendo imposible, a pesar de todo, no sentirlo.

jueves, junio 21, 2007

Porque hay conversaciones en las que inevitablemente aparecer y, a ratos, a penas dueles. Porque hay días en los que a penas pienso en ti porque hay miles de rutinas y preocupaciones en las que emplear mis pensamientos. Pero también es cierto que existen momentos cercanos a la extenuación neuronal en los que no me importaría que estuvieras lo suficientemente cerca como para poder abrazarme.

martes, junio 19, 2007

No me canso de buscarte inconscientemente, de evitarte premeditadamente, de tirar y aflojar la cadena de nuestros encuentros fortuitos. ¿Quién dijo que el olvido fuera fácil, que bastaba con pronunciar un “ni siquiera quiero saber si te quise” para cerrar de golpe todas tus puertas? Suelo reconocerte en cualquier gesto o rutina que pudimos compartir. Y sé que no debería hacerlo.

lunes, junio 18, 2007

Hay demasiadas rutinas en esta ciudad que me traen tu olor, aunque no quiera. Quizás es que existen demasiados nexos de unión a estas alturas. Quizás. Y no puedo culparte por querer escapar cuanto antes de aquí. A veces no es nada fácil sobrellevar el microcosmos que la vida nos brinda cada mañana. Quedarse atrapados en él es algo de lo que cada vez más pretender huir. Pero si tuviera que escoger, yo me marcharía a dónde estuvieras tú.

domingo, junio 17, 2007

Todavía soy incapaz de no estremecerme del todo cada vez que te acercas. Me sonríes a pesar de todo. ¿Por qué, por qué siempre sonríes? Te acercas, saludas, y sonríes. Tu mano en mi espalda, haciéndome sentir pequeña e indefensa ante esa sonrisa, antes tus palabras. Y no la separas, la mantienes hasta que ves que yo también sonrío. No permites que me aleje del todo, no te crees mi pose frívola. Esto sigue siendo el paradigma de las medias tintas. O no sé muy bien lo que. Pero he descubierto que no basta con decir quiero para poder olvidarte. Porque ni hoy ni nunca he tenido nada que reprocharte.

sábado, junio 16, 2007

La lluvia golpea el cristal. Llueve “miudiño” y el cielo gime, carraspea. La noche no llega a pesar de todo, los minutos pasan. Y nunca pasa nada. Al menos no a ella. Nunca. Descalza, imagina cómo será eso de ponerse el mundo por montera. Todos piensan que está harta de hacerlo, pero en realidad jamás fue capaz. Hoy más que nunca se siente encerrada en si misma y en su propio universo. Tiene recuerdos borrosos que empañan el cristal. Sí, no es la lluvia lo que le impide distinguir las ramas de los árboles. Son sus rizos húmedos recién lavados, su olor, su sudadera de rayas, su sonrisa … que han decidido no marcharse del todo. Ella procura no morderse las uñas sin demasiado éxito. Los ojos se le humedecen. ¿Cuánto va a costarle esta vez el olvido?
Tiene la sensación de que va a necesitar hipotecar su corazón durante demasiadas lunas.

viernes, junio 15, 2007

No te buscaba, no te esperaba. Ni siquiera pensaba en ti. Apareciste en un momento en que intentaba concentrarme en pequeñas y grandes cosas que ocuparan mi mente y la alejaran de tu recuerdo. Y llegaste, sin avisar, con una sonrisa de las que siempre tuviste guardadas para regalar. Y aunque mis adentros se removieron de arriba abajo como un torbellino de ansiedad, supe quedármelo para mí y sonreírte con reservas. Y aunque no traías las mejores nuevas no pude verte mejor. Y me detesto por eso. Por no saber evitarlo.

jueves, junio 14, 2007

Y hoy, como otros días atrás, he dedicado muy pocos minutos a jugar con tu recuerdo. Pocos, pero como antes. Quizás porque no soy quien de hacerme a la idea de que las cosas terminen antes de empezar. Otra vez. Porque había algo que me decía que esta vez podía ser diferente. Quizás sea ese algo el que no me permite sepultarte bajo la lluvia primaveral que nos acecha.

[-Voy a olvidarle.
-¿Definitivamente o sólo va a ser un intento?
-…
¿y cómo quieres que lo sepa?]

miércoles, junio 13, 2007

Decirte que no me pasa nada o que sí estoy bien no es mentir cuando sé que no te lo crees. No podría engañarte aunque quisieras. Ambos sabemos que en eso de conocer a la gente, tú siempre has jugado con ventaja. Y aunque calle, sé que no estoy sola del todo. Pero no hoy, sino desde hace meses.

martes, junio 12, 2007

Que se me cierran los ojos y me estalla la cabeza, me sudan las manos y se me enfrían los pies. El flequillo se me descoloca y ya no puedo morderme más las uñas. Me sobran los post-it desde que ya no te escribo y camino descalza por las bibliotecas porque no me importa lo demás. Y todavía no sé como reaccionará mi piel al verte después de tantas espirales.

lunes, junio 11, 2007

Deja que me refugie en las caricias y abrazos que me regalas a diario, en la confianza que depositamos el uno en el otro sin preguntarnos el porqué, en los miedos a que eche en falta tu absoluta atención cuando crees que disminuye y no alcanza lo que merezco. Sólo así podré seguir sonriendo esta semana. Sólo así podré querer aprender a olvidar. Y luego hablamos.
Cuando me preguntan qué te pasa y tengo ese acto reflejo de contestar nada. O si preguntan estás bien digo que si. Lo que pasa que a veces hay alguien que no se lo cree. Y que piensa que le engaño porque tengo algo que reprocharle. Lo que no sabe es que él es el que hace que no caiga del todo. Y debería empezar a creérselo.

sábado, junio 09, 2007

corte y edición

He de decir que hoy podría proclamarle al mundo que a partir de mañana no volveré a pensar en ti, pero sería engañarme. Y además no creo que al mundo le importase. Realmente creo que lo único que voy a decir al respecto lo dejaré plasmado en estas letras y después guardaré silencio. Y romperé y borraré de mi recuerdo los restos que inconscientemente has ido dejando por los rincones de mi alma. Pero no diré adiós ni hasta siempre, porque de hecho nunca hubo un principio, así que no puede haber un fin. Mi vida es tan cíclica como el tiempo de antaño, y aún así no me acostumbro a aprender a remontar el vuelo. No sé si he llegado a quererte, pero no puedo ni quiero volver a planteármelo más. Y quiero que sepas que escribo sin rencor, desde el cariño que hoy y siempre te profeso, con las ilusiones resquebrajadas, con un corazón que jamás estuvo roto, pero cada día más debilitado de tanto remiendo, y unas alas que se cansan de intentarlo una y otra vez. Con el firme convencimiento de que ésta habrá sido la primera y la última vez que llore por ti. Y no voy a decir nada más.
[Para aquel que pudo hacer realidad mis sueños y ni supo ni fue capaz]

miércoles, junio 06, 2007

entregada

Incluso en los días que me evado, que me concentro, que me entretengo; incluso en las horas en las que me planteo el futuro, el pasado, el presente; incluso entre las rutinas que me envuelven y las monotonías en las que lucho por no caer. Incluso en todos esos momentos siempre acabo pensando en ti. Porque he descubierto que tu espacio empieza a ocuparlo todo.

paranoias

La ilógica sensación de sentirte sola sabiendo que no lo estás. Los altibajos emocionales que te recorren al atardecer de un lunes cualquiera. Querer huir una y otra vez de algo que ni siquiera estás segura de que te persiga. Pretender recurrir a alguien y no saber por qué. Cansarte de repetir que has aprendido a no dejar que la vida te supere y llegar a creértelo sabiendo que no es verdad. Llegar a olvidar todas las razones que te hacen sonreír a diario, sin que hoy exista un motivo añadido a ayer, sino muchos menos.

martes, junio 05, 2007

Tardes que transcorren sen máis novidade que encontros sorpresa ou risas contaxiosas. Conversas fluidas entre plans e recordos. A sensación de estar a gusto, de estar coma na casa. Falar sen dicir nada, adivinar os pensamentos do resto. Sentirse en familia nos paseos de inicios de xuño. Saber que sempre houbo e haberá algo máis forte ca nós que nos une máis aló do tempo.
Debería dejar de conformarme con las migajas de tu presencia, pero nunca me enseñaron a ser exigente con la vida. Lo que sí aprendí hace tiempo fue a saber esperar. Y sabes que sigo callando demasiadas palabras. O a lo mejor no lo sabes porque te da miedo siquiera intuirlo. La solución sería olvidar, si estuviera permitido. Sentir en silencio nunca me convenció del todo, pero siempre acabó siendo mi sino.

lunes, junio 04, 2007

Mi problema es que sueño demasiado, y mi falta de concentración siempre hace volar mi imaginación. Aún así he aprendido a distinguir realidad de ficción, a duras penas. Y aunque soy capaz de esperar lo máximo de los demás, hasta el detalle más insignificante me sorprende e ilusiona. Y nunca me siento defraudada.

domingo, junio 03, 2007

horas que transcurren en nuestro rincón

Imaginándote donde sé que estás. Coleccionando diálogos fugaces escritos entre libros con post-it(s) amarillos. Reconociéndote en cada persona que sé cercana a ti, aunque tú no estés. Soñando con encontrarte por casualidad, preguntándome si algún día de estos volverás por aquí.

sábado, junio 02, 2007

Noches en las que tu imagen me persigue. Tus palabras. Tus sonrisas. Tus gestos. Tú. Que te hagas notar cuando no pienso en ti. Que te dejes ver incluso cuando cierro los ojos. Que no mueves ficha pero tampoco te comen y te hacen volver a casa sin contar diez ni veinte ni nada que se le parezca. Y los detalles. Los que dejas escapar, los que no permites que se te escapen. La vida está repleta de pequeños detalles, de sorpresas, de notas que aparecen en letras de colores. El camino está repletos de momentos que nadie nos pregunta si queremos vivir, y sin embargo queremos creer que decidimos nosotros. Yo no decidí sentir. Yo simplemente te conocí.

viernes, junio 01, 2007

Ella creció rodeada de gente pero construyendo su propia soledad. Encerrada en su burbuja donde solía llorar cuando nadie la veía. Nunca fue muy dada a besos ni abrazos. Le sobraban, le faltaban. Un día alguien le enseñó a necesitar cariño. A necesitarlo de verdad. Y no supo volver a vivir sin abrazos, ni a sonreír sin un beso. Aprendió a decir te quiero sin temblar, y a repetirlo sin que sonara a gastado. Y los días en que sus ojos no brillaban del todo, al final se sabía feliz, porque su fuente de caricias perpetua estaba a su lado, sin permitirle jamás que se sintiera caer.