lunes, diciembre 30, 2013

Melancolía vs sonrisas


Lo reconozco. Llevo todas las Navidades sintiendo que no es Navidad, que me falta algo, que ya no queda magia. Perder las ganas, la ilusión, el deseo de seguir soñando es terrible, sobre todo en Navidad, sobre todo para mí en Navidad. Y más aún cuando no hay motivo. O a lo mejor es que hay demasiados. Pero no está todo perdido. 
A veces una simple confesión sincera entre lágrimas al amor de tu vida y su correspondiente reacción te hacen sonreír durante horas. A veces ese amigo que es como un hermano mayor, se acerca más y más y vuelve a hacerte sonreír. A veces el saber que has hecho mella en alguien, que tu huella ha calado en el año más importante de la vida de alguien es más que suficiente. 
Ayer me desperté sintiéndome vacía como hacía mucho tiempo que no me sentía, y teniendo la sensación de que no había sonreído en todo el fin de semana. Y después de un puñado de canciones, besos y reencuentros, fríos paseos de tradición navideña, mensajes inolvidables y palabras de aliento, he sonreído más que en el último mes. Así que, al final, no está todo perdido.

sábado, diciembre 28, 2013

Finiquitando 2013


Se acaba. 2013 se acaba y es hora de echar la vista atrás. No ha sido un buen año, aunque siendo sinceros tampoco ha sido malo. Ha sido un año más, un año menos. 2013 empezó con una buena decisión, dejar un trabajo que no era para mí, para dedicarme a lo que siempre he hecho, a lo que me gusta, a lo que hago bien. Aunque las cosas sean difíciles y sea imposible vivir de ello. A veces un alma tranquila vale más que un puñado de euros. Por desgracia, no siempre es suficiente. 
2013 fue un año de decepciones y decisiones acertadas a partes iguales, pero por alguna razón parece que las primeras siempre pesan más. 2013 fue el año en que al fin pude formarme en lo que ya estaba formada en la práctica, pero ya sabemos que en este país la “titulitis” es el pan de cada día. Decidí renunciar a trabajar en verano para ello, y cuando me quise dar cuenta ya no pude volver, porque la empresa de mi vida, la que me ofreció mi primer contrato de trabajo, y el último hasta ahora, aquella en la que he crecido y aprendido tanto en los últimos años de mi vida, desapareció. Y en la cafetería de al lado de la oficina a los pocos que quedamos, a los que nos fuimos y volvimos, a los que nunca se marcharon y a los que acababan de llegar nos inundaron los recuerdos. Porque ya nada volvería a ser lo mismo. Ese curso me dio lo mejor y lo peor de un verano incierto. Una de cal y otra de arena. Pero con la perspectiva del tiempo, me quedo con lo bueno. Me quedo con las risas y las sonrisas de ilusión, los besos y abrazos y las palabras bonitas, pero sobre todo con las personas que merece la pena seguir conservando cuatro meses después. 
Fue también el año en que las desavenencias con la administración me hicieron tomar la decisión más importante, y espero que acertada de mi vida. Porque aprendí que sólo es joven quien tiene más sueños que recuerdos, y aunque a mí estos últimos me inundan infinitas veces al día, todavía me quedaban demasiados sueños por cumplir. Y es que cuando ya no queda nada a lo que aferrarte, la mejor opción es arriesgar y jugártelo todo a una sola carta, sobre todo si esa carta es con la que siempre has querido jugar. 
Es pronto todavía para asegurarse de lo acertado de esta decisión, pero sé que no puede ser más errónea que todas las anteriores. Y si al final no sirve de nada, al menos podré decir que he disfrutado del camino. Porque después de diez años vuelvo a disfrutar estudiando, haciendo trabajos y asistiendo a clase. Y ese es un placer que muy pocos experimentan, y que una vez que se pierde, piensas que jamás podrás recuperar. Y es así, porque todos los agobios del mundo merecen la pena cuando amas lo que haces. Y porque además de todo eso, resulta que te encuentras en el camino gente por la que merece la pena pararse a interactuar. Porque de nada me sirve proponerme pasar por la carrera sin pena ni gloria, simplemente con un objetivo, cuando aquellos que te rodean empiezan a ver en ti lo que hace demasiados años pensaste haber perdido, y además, se empeñan en que tú también lo veas. Porque aunque solo sea para recuperar la fe en ti misma, esta ha sido la decisión más acertada de tu vida. Y eso tiene que ganar a todo el pesimismo que llevas dentro, aunque te niegues a reconocerlo.

losing.the.hope


No hay nada más terrible
que perder la Ilusión.

Sobre todo en Navidad.

Marchando una de balances anticipados

¿Qué hiciste en 2013 que nunca habías hecho antes?
Atreverme a volver a empezar, después de mucho tiempo.

¿Cumpliste tus propósitos de año nuevo, y harás más para el próximo año?
No suelo hacerlos, y este año no ha sido una excepción.


¿Alguien cercano a ti tuvo un hijo?
Aitor y Ángela, Juan y Patricia

¿Alguien cercano a ti murió?
Erundina.

¿Qué países visitaste?
Ninguno

¿Qué te gustaría tener en 2014 que no tuviste en 2013?
Más de una semana de vacaciones

¿Qué fecha de 2013 quedará para siempre grabada en tu memoria, y por qué?
El 9 de septiembre, mi primer día en la facultad.

¿Cuál fue tu mayor logro del año?
Poder hacer el curso de monitor y volver a estudiar.

¿Cuál fue tu mayor fracaso?
No conseguir las habilitaciones para secundaria

¿Sufriste alguna enfermedad o lesión?
Nada nuevo, problemas de espalda, dolores de cabeza

¿Qué fue lo mejor que compraste?
El Mac.

¿Qué conducta mereció una celebración?
La de Eloy durante el curso de monitor

¿Qué conducta te deprimió?
Las niñas del curso

¿En qué gastaste la mayor parte de tu dinero?
En Madrid.

¿Qué realmente te emocionó?
Saber que Vera estaba en camino.

¿Qué canción siempre te recordará el 2013?
El maridón, por culpa de los cachorros.

En comparación con el año pasado, ¿eres más feliz o más infeliz?
Mucho más feliz

¿Más delgada o más gorda?
Creo que algo más gorda, pero no demasiado.

¿Más rica o más pobre?
Mucho más pobre

¿Qué te hubiera gustado hacer más?
Descansar

¿Qué te hubiera gustado hacer menos?
Enfadarme

¿Te enamoraste en 2013?
Me enamoro cada día, de la misma persona desde hace 5 años.

¿Cuántas aventuras de una sola noche tuviste?
No tengo de eso.

¿Cuál fue tu programa de televisión favorito?
New girl, sin duda.

¿Odias a alguien a quien no odiabas en este momento del año pasado?
No odio, de la decepción suele surgir la indiferencia

¿Cuál fue el mejor libro que leíste este año?
Creo que voy a tener que decir que el señor Grey

¿Cuál fue tu mayor descubrimiento musical de este año?
Sal150

¿Qué querías y obtuviste este año?
Matricularme en magisterio

¿Qué querías y no obtuviste?
Un trabajo que me permita mantenerme, mantenernos.

¿Cuál fue tu película favorita de este año?
Cara a cara coa vida.

¿Qué hiciste en tu cumpleaños?
Tartas varias, salir de cañas, soplar velas y recibir preciosas palabras.

¿Qué cosa hubiera hecho este año mucho más disfrutable?
Que Motus no hubiera desaparecido.

¿Qué te mantuvo cuerda?
Miguel, siempre Miguel

¿Qué celebridad/figura pública te fascinó más este año?
Marwan

¿Qué tema político te molestó más?
Todo me molesta, cada día más

¿A quién echaste de menos?
A los que ya no están.

¿Quién fue la mejor persona a quien conociste este año?
Eloy y los niños del curso (los buenos), mis cachorros y cachorras y Papi León.

Di una lección de vida que aprendiste este año.
Nunca es demasiado tarde para luchar por tus sueños.

Un disco que te haya cautivado:
Las cosas que no pude responder.

Un concierto inolvidable:
Marwan en la Galileo

Un lugar que te haya enamorado:
MADRID.

Una persona que te haya sorprendido:
Laura, aunque parezca mentira a estas alturas.

Una “revelación”:
Eloy.

Un momento especial:
Noticias de embarazos encadenadas.

Un momento triste:
Cuando uno de ellos se truncó

Un momento emotivo:
La boda de Juan, cuando habló Santi.

Un encuentro destacado:
Con mi gente del Sur, como cada año.

Un momento feliz:
Madrid.

Un detalle a recordar:
El templo de Debot.

Una jornada inolvidable:
Todas las de Madrid, el día de nuestro musical.

Una sorpresa:
Vera

Un propósito:
Sacarme magisterio

Una noticia:
Demasiadas.

Una frustración:
Que las cosas no cambien.

Una constante:
El estrés.

Una tranquilidad:
Que a pesar de todo, he encontrado mi sitio.

Una decepción:
Algunos comportamientos infantiles que no debían de serlo tanto.

Una lucha casi diaria:
Intentar relajarme

Una locura:
Todavía me quedan por cometer algunas.

Algo inesperado:
Encontrar mi sitio, convertirme en mami leona

La tónica de muchos atardeceres:
The wire.

Una foto:
Todas las de Madrid.

Algo entrañable:
Xavi, Carlos.

Un momento malo:
Prefiero olvidarlos.

Un momento deportivo:
El ascenso.

Una película:
Love Actually, un año más

Un poema:
Alguno de Neruda.

Una incompatibilidad:
Con los cachorros, pero va mejorando.

Un objeto:
La camiseta de Esto es Ferrol

Un regalo:
La experiencia de estas Navidades.

El correo más esperado:

Todavía no ha llegado.

jueves, diciembre 26, 2013

Sailing


A veces
las historias más hermosas
son las que jamás llegan a buen puerto.

Porque hay travesías más intensas que la propia vida.

domingo, diciembre 22, 2013

Pre.Nadal



Cando as estrelas nos din que o Salvador anda cerca
a escuridade en que estábamos mergullados énchese dunha luz máxica.

miércoles, diciembre 11, 2013

Waiting for 2014


Porque ás veces
esa luz cara o final do túnel
non é máis que un xeito de pronunzar o novo ano.

domingo, diciembre 08, 2013

Exprimiendo el Otoño


Cuando el Invierno se te echa encima
y todavía no te has desprendido de los colores más hermosos del Otoño.

domingo, diciembre 01, 2013

Pre.Xmas Sadness



A lo mejor es porque Diciembre ha llegado y veo demasiado cerca la Navidad, pero un sentimiento de melancolía se ha apoderado de mi ser. A lo mejor es la fiebre, que está decidida a jugarme malas pasadas. A lo mejor es que las habituales ansias de adviento, que se encendían por las cuentas atrás para volver a ver a esas mis estrellas de la Suerte que estaban demasiado lejos para abrazar a diario, parecen esfumarse este año, quizás porque aquellos que están lejos no van a volver, o si vuelven, no será para abrazarte a ti. Porque si echo la vista atrás ya no me permito el lujo de arrepentirme de nada, pero precisamente el hecho de no tener que arrepentirme hace que las amistades que se han dejado morir duelan tanto. Porque a veces, ni siquiera el milagro de la Navidad es suficiente.