Ya no queda nada
de lo que nació
aquel diciembre de 2002.
En una fría tarde
de un incipiente invierno
hipotequé mi corazón
sin saber lo que duraría.
Ahí comenzó
la historia de un amor
del que yo no sabía
cómo me iba a afectar
de qué manera
lo iba a acabar por sentir.
Aquel viernes festivo
ha quedado hoy atrás
y aunque el sentimiento
no haya muerto aun
se que aquella sensación
nunca más se repetirá.
[esta es más reciente, más acorde con lo que ahora siento......nada]
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