jueves, septiembre 18, 2008

Que nunca me gustaron las despedidas

Odio las despedidas. Las odio aunque sean fugaces para evitar las lágrimas. Aunque haya besos y abrazos y cariño embotellado en a penas unos segundos. Las odio aunque intentemos quitarles importancia, aunque lleve gafas de sol bien grandes para que no veas mis ojos. Las odio aunque sea incapaz de susurrarte algún te quiero, aunque me grites que me vas a echar de menos mientras te alejas. Las odio porque significan que no volveré a verte hasta que la Navidad nos coja por sorpresa.

2 comentarios:

^-^ MiMi ^-^ dijo...

Siempre odié las despedidas. Son tristes. Son un todo contenido, y un futuro incierto. Pero piensa en positivo mi niña, por lo menos sabes cuando volverás a verle. Es una despedida menos dolorosa, porque tiene una continuación, y verás que en un abrir y cerrar de ojos la Navidad está aqui, y tu te llevas el mejor regalo que puedas esperar ;)

Sonrie.

Besos

Ainhoa* dijo...

Las despedidas son un punto debil, personalmente. Nunca entendi "por que" nos marchamos... A veces hay fuerzas mayores, si.
Pero tienes que seguir adelante... Pensar que en un par de meses o tres le volveras a ver... Y ser fuerte...
Cuidate mucho guapa
un besito enorme.