Desde hace un mes me cuesta pasar una buena noche. Continúan la angustia, la ansiedad y el insomnio nocturnos. Se me hace cuesta arriba eso de dormir, y mucho más el concepto de descanso. Porque mi cabeza ya nunca descansa. Y hay demasiadas ideas absurdas que pasan por ella, y otras que quizás no lo sean tanto. Me esfuerzo, y mucho, por estar bien, pero no es fácil. Y desde luego no lo consigo. No, no estoy bien. No lo estoy, pero no dejo de esforzarme por estarlo. Estos días son una verdadera montaña rusa y tengo más altibajos que los exámenes de geografía de cualquier curso de primaria. Todavía me tiembla el pulso cuando estoy parada y a veces me flaquean las piernas. El dolor de cabeza ya se ha convertido en perenne. Y sigue siendo todavía todo demasiado difícil. Y odio que mi cuerpo no sea capaz de separar mi salud física de la mental.
1 comentario:
hablas de ti o de mí?
bien podrías estar haciendo lo segundo..
me he mudado por problemas técnicos:
www.clacado.vox.com
muá y ánimo
Publicar un comentario