jueves, enero 06, 2005

Tu corazón es un laberinto de belleza pura enredada en coral que da vueltas y vueltas en un carrusel hata que termina por caer. En el amanecer, la indecisión realiza su recorrido por mis pensamientos sin descanasr. De nada sirve. Tus brazos son mis faros; tu piel, mis manos. No te dejaré escapar, pues nadie más que tú me podrá salvar. Son tus labios los que me protegen mientras duermo, los que ansío oír pronunciarse cada vez que escucho los ecos de una radio lejana.

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