jueves, enero 06, 2005

Me enfrento a un mar de dudas esperando tus pasos. Mi ropa refleja la falsedad de esta ciudad de domingo gris. Mi destino está aquí y ahora, no miro más allá. No espero otro tiempo, ni una vida irreal en otro país. Vivo siempre el hoy. Los días pasados se agolpan frente a mi, rasgando como conchas marinas la venta de mi espíritu a ti. Me subo al trampolin, perdida, dispuesta a saltar hasta la Luna por ti. Cogiendo una carta al azar de una baraja de diamante que la vida me ofrece. La luz de mujer que ese diamante desprende nos haceseguir cual dos locos petrificados ante la misma pared

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