jueves, enero 27, 2005

....Contigo, jinete arrepentido que no exiges perdones pese a merecerlos. Si he de confesar, mi único miedo es que me abandones, ser incapaz de renacer de ti como hasta hoy. No puedo deshacer lo que construímos con nuestras manos sin a penas comprender. No hay perdón que valga ante la pasión que se despierta en mis sentidos, pasión que sólo tu provocas, tú con tus labios, con tus brazos. Ignorando el engaño que me ofreció la vida hasta ahora, busco un hueco entre tus manos para dormir evitando tu ausencia, siendo fiel a mi misma tan sólo por ti.
Puede que lo que mi vida precise sea cometer errores lejos de ti sin atender a razones, provocando la mentira a corazón abierto. Pero llegado el momento, quizás no sepa continuar. Quiero que seas el centro en el que se abriguen mis sentidos. Cógeme de imprevisto y procura que no te pida explicaciones. Véndame los ojos y llevame lejos de la absurda realidad que hoy nos rodea....

No hay comentarios: