domingo, octubre 17, 2004

En la noche se dibuja una sombra perdida dirigiéndose a las rocas. La tempèstad azota el mar. Las barcas tiemblan , saltan y caen al agua. La Luna está oculta tras las oscuras nubes tormentosas; tiene miedo, por eso se esconde y huye de los claros. Su oído escucha, escucha truenos. Y tiene Miedo. Se encuentra solo, solo entre la Vida y la Muerte. Al fondo, el Cielo. Pero no es el cielo de siempre, es un cielo extraño, no es su cielo. Abajo, el mar, pero ya se sabe que el Mar es mucho mar. El Mar tiene vida propia, el Mar siente, al Mar le duele. Y el Mar lo aprecia, le tiene cariño al joven marinero. No desea su muerte. Por eso le ha pedido al Viento que se alíe con el Cielo para hacerle embravecer y hacer sentir al joven Miedo. No miedo de morir, pues ese miedo alberga su alma desde y por siempre, sino miedo de lo que va antes de la Muerte...


[una historia de marineros al más puro estilo Dea pero con final feliz de aquel curso de 4º, lastima que la informática hiciera que se quedara a medias....]

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