domingo, julio 22, 2007

y hasta aquí hemos llegado

Cuando te has cansado de darle vueltas a la cabeza, cuando has hecho rebosar [y hasta derramar estrepitosamente] el bote de los pensamientos, y una vez aplicados todos los posibles razonamientos que permiten entonar un mea culpa te das cuenta que a veces no se puede hacer nada más. Que la frustración existe y no todo tiene solución, o al menos una solución plenamente satisfactoria, pues de no ser así no existirían los dilemas [eso lo decía alguien que definió el conocimiento como un estado mental].Entonces, cuando ya no puedes hacer más, cuando tienes la plena convicción por primera vez de que realmente no todo es culpa tuya, no queda otra terapia que poner pies en polvorosa y escaparse durante quince horas sola o acompañada encadenando canciones que me hablan de amor, pero que por primera vez no duelen porque prefiero el desamor ligado a la amistad, que la supuesta amistad truncada por la indiferencia.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

orgullosa estoy de tí

Anónimo dijo...

uf...

se van viejos...pero llegan nuevos y mejores (me incluyo en esto)


lo sabes

complicado pero correcto

Anónimo dijo...

acho acho blancacho?


tu estás fatal...