lunes, julio 23, 2007

al volver ...

Solías sentarte enfrente en las mañanas en las que me faltaban las palabras, y también en las tardes que me sobraban. Las semanas pasaban y las rutinas se apoderaban de nosotros. Siempre había algo que nos hacía pensar que no todo iba bien, pero al fin y al cabo, nos tuvimos el uno al otro para no perder la capacidad de sonreír. Y eso es algo que mis manos no han dejado de echar de menos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

uhm.

sí, sólo uhm.

Anónimo dijo...

que sepa usted que durante unos días no le escribiré debido a mi inminente viaje a la capital.

Madrid y su calor me esperan y me envolverán hasta el lunes.

Que les vaya bien.

Ole.