Las mañanas se quedan cortas. No quedan paraguas con las varillas enteras ni zapatos que me lleven por el buen camino. A veces procuro salvarme entre abrazos que me invento o tejiendo la realidad que me aleja irremediablemente de ti cuando lo que quiero es meter mi mano entre tu pelo para hacer que mires de verdad otra vez. Y de nada sirve llorar un minuto más escuchando las canciones que me hablan de ti cada noche o cada mañana. Y tragar y tragar saliva al intuirte en conversaciones que pretenden matarme poquito a poco sin conseguirlo. Porque siempre que quiero, nunca puedo. Y ni tú ni yo sabemos evitarlo.
5 comentarios:
claro q t voy a pegar
dentro d 20 minutos y con saña
no seas tanto pegar a la niña.
coño ya!!
mucho bliblibli y poco blablablabla...
anda q....
mira nico
digo y hago lo q m sale de los huevos
borde
coño!
mentira!!! de los huevos no!!!
o bueno....a lo mejor nos ocultas algo de tu anatomía...
ai....mejor sigue ocultándolo, anda.
:D
Publicar un comentario