Días negros, o grises. De los que no existen las sonrisas más que en los alrededores. Mimos injustificados y lágrimas de víspera que todavía pesaban en sus párpados. Inseguridad, celos, a veces miedo. Y rabia contenida de no ser capaz de inventar sonrisas. Luchando contra la soledad irreal, decisiones precipitadas, un “entreluscoefusco” improvisado y convertir la melancolía en risa, y las muecas en sonrisas. Inventar conversaciones, frases e historias que no vienen a nada. Y al final, sentirse un poco más feliz.
5 comentarios:
muá
Y de no sentirnos más felices, lo que nos queda es dormir a medias .
Te quiero
pues ahora ya lo sabes
aqui estoy
dando la bara continuamente
:)
y los que saben de sonrisas, son los que menos te imaginas.
Pocas personas son capaces de saber cuando necesitas sonreir.pocas.
De eso se trata no?
Aunque cada dia, eche eso mas en falta :)
al final, al principio, durante...
es cuestión de aplicarse el cuento alguna que otra vez.
pero, como estamos hablando, es fácil hablar.
:)
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