viernes, abril 13, 2007

¿Qué le pasa al mundo?, se preguntó mientras se frotaba los ojos intentando asimilar toda la información que la superaba.
Y por primera vez decidió no intentar entenderlo.
Por primera vez se conformó con sonreirle a la vida como un viernes más, esperando ese momento en el que él la hiciera sentirse su Amelie, como siempre había(n) soñado.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

no intentar entender todo es una buena receta para tirar para adelante.

no saber hablar de felicidad no quiere decir que no se haya tenido.

Anónimo dijo...

yo a partir d hoy me olvido de intentos estúpidos y de sueños amelianos
a la mierda todo

Anónimo dijo...

Por eso Amelie es tan grande.

Porque no existe. Solo es un deseo irracional.