lunes, abril 09, 2007

Cuando la ausencia no se mide en tiempo sino en corazones. Los latidos jamás se extinguen a la vuelta de la esquina. La verdad se encierra en acordes que desafinan. Abril sabe a notas vacías, como las calles que aparecen en las canciones. Mañana los días podrían contarse en minutos, en la gente que escapa de la lluvia que ejercía como tapadera. Mis pies podrían llegar a la luna, la razón se esconde en mi voz. Tiemblas por tantos motivos, que el desorden es el que mueve los hilos. Porque la vida se agota cuando menos te lo esperas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

no valoramos lo que tenemos hasta que lo perdemos.

y después es difícil recuperarlo, pero siempre hay que hacer el esfuerzo.