Las mañanas son distintas. Quizás porque ahora en ellas estás tú, dejándote ver sin pretenderlo. Con tu sonrisa de siempre, sean las nueve o las doce. No importa el momento, ni el día de la semana. A mí no me importa. Sólo me importas tú, aunque suene a exceso, aunque no nos lo creamos del todo. Porque hacía demasiado que no me acostaba con una sonrisa en los labios, que no despertaba con un pensamiento agradable. Y parte de todo eso te lo debo a ti, que hoy sigues aquí, endulzando mis horas que se alargan a tu lado. Porque no permitiste que me quedara sola cuando quise sentirlo así. Y no existen palabras suficientes para agradecer(te)lo. Así que me quedaré callada, observándote como cada mañana, encarrilando mis rutinas hacia cualquiera que sea nuestro destino.
2 comentarios:
pero a ver...alma de Dios...coger de nuevo la rutina de ir a clase...estudiar, etc te ha afectado creo...
me asustas fati, DESATRAPAMIENTO URGENTE!!!
aun así...atrapada o no...te quiero tonti :)
pequeñas cosas de la rutina ...
el destino esta ahi, sea cual sea el final que nos tiene deparado ...
Yo no me impongo a los deseos de mi destino
Publicar un comentario