Porque hay conversaciones en las que inevitablemente aparecer y, a ratos, a penas dueles. Porque hay días en los que a penas pienso en ti porque hay miles de rutinas y preocupaciones en las que emplear mis pensamientos. Pero también es cierto que existen momentos cercanos a la extenuación neuronal en los que no me importaría que estuvieras lo suficientemente cerca como para poder abrazarme.
2 comentarios:
en esos días a kien no le apetece un abrazo. y putos mimitos. yo q voy d independient m muero por ellos.
d toas formas m valen los tuyos
y espero q a ti los míos!
eres una bocazas d cojones, pero t quiero muxísimo :)
cuestiones universales.
:S
Publicar un comentario