sábado, enero 05, 2008

Hoy fui al súper. Estaba a rebosar. La gente se dió cuenta de que cuadraba un festivo detrás de otro y que sus despensas y neveras no estaban todo lo llenos que deberían. El pasillo de la pescadería era un caos. Las colas eran interminables. Delante de mí, un hombre mayor con la compra colocada en la cinta de la caja registradora. Delante de él, una mujer con demasiadas bolsas y el coche aparcado en la puerta.
-Vuelvo ahora a por el resto-le comunicó a la cajera.
-Si usted quiere, puedo llevarle el resto de las bolsas-se ofreció el hombre con un sonrisa.
La mujer, con otra sonrisa, le contestó:
-No se preocupe, no hace falta. Es usted muy amable.
Me pareció muy tierno. Y pensé que quizás estas cosas no pasaban tan sólo en Navidad, pero a lo mejor, sólo en Navidad somos conscientes de ello.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

ah!! pero en ferrol tenéis súper?


jojojojojojo.


muak!!!

:D

Suso López dijo...

Pois si que é tenro jejeje a pena é que non lle dixera que si, iso é unha das cousas que nos fai ser a veces menos amables, a xente debería aceptar as axudas, así axudariase mais e mirariamos un pouco polos demais.

bicos

Unknown dijo...

A mí también me encanta el soldadito de plomo.
Es un cuento ke desde pekeña me ha fascinado.
Gracias por visitarme siempre. :)

Un beso.

Olga.

Unknown dijo...

A mi en Navidad o en Mayo me parece increible.

Lo que deberia ser normal es anormal y por eso una vez cada 5 años cuando sucede nos enternece y llena la cara de lágrimas de emocion.

Bs
Pilar