martes, marzo 06, 2007

Y una noche sin más puedo releer Nieve e imaginarme contigo colgados de los hilos invisibles que unen nuestros mundos paralelos intentando mantener un equilibrio blanco y tremendamente puro. Aunque la historia no se repita, porque no deba repetirse. Simplemente quiero hacerte volar, y que me hagas volar. Y que no seamos capaces de saber cuántos pies nos separan del suelo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

quizás cuando ocurra de día y con los ojos bien abiertos...

a saber...

Anónimo dijo...

nadie como tú
que crezca con la risa
que entienda la caricia
como la entiendes tú