lunes, marzo 19, 2007

Tiempo

Porque siempre había oído hablar del paso del tiempo peor no fue consciente de ello hasta que se fijó en los que la rodeaban. Como su ojito derecho. Entró en su vida cuando contaba tan sólo cinco años, el pelo rubio y una tremenda cara de pillo. Ella estaba aprendiendo a vivir después de decidir algunas pequeñas cosas, pero aunque se sentía adulta sabía que sólo estaba empezando a serlo. Una responsabilidad que le sirvió para realmente saber que el tiempo pasaba. Su pequeño predilecto siempre la volvía loca, la traía de cabeza, de un lado para otro, exasperándose con esas pequeñas travesuras que hacía sabiendo que a pesar de todo, seguiría siendo su favorito. Con el paso de los años, muchas cosas cambiaron. Su pelo rubio se oscureció, y poco a poco el pequeño empezó a alcanzar en altura a su chica favorita. Hubo un momento en el que él ya no la intentaba desesperar, y simplemente se dedicaba a sonreirle. Nunca había dejado de ser su favorito. Porque ella sabía que cuando lo necesitara, le cogería de la mano y le seguiría preguntando todas aquellas cosas que desconocía.

1 comentario:

Anónimo dijo...

incluso cambian de un día para otro...


(por cierto...la culpa de tu amnesia en sanpepe es totalmente de tu amiga dalloway...que usurpa cerveza a la gente decente y la mezcla sin ton ni son con licores que los carga el diablo...jojojojojo...)