miércoles, julio 16, 2008

Olores

Se le acercó. Eran las once de la mañana, y olía como si todos los buenos olores más penetrantes del mundo se hubieran encerrado durante una eternidad en un frasco y ella acabara de abrirlo. Y recordó todos los olores que le hacían palpitar, porque él los desprendía todos. Y cada vez que le besaba, cada olor se impregnaba más y más en ella. Y una tarde respirándole se le antojaba la mejor forma de retomar el verano a su lado.

1 comentario:

MoN dijo...

11 de la mañana? que ganas tengo de levantarme a esa hora.....
apf :(


6.33 am

SI! A.M!!!!

Ainssss quiero dormirrr

pero te leo por aqui ;)
un besito fa!!