miércoles, mayo 02, 2007

Días que transcurren sin pena ni gloria, entre quehaceres y bebidas con hielo. Sonreir, morderme las uñas, evitar que me tienten a traicionar la confianza ciega por descubrir si existe algo más donde solo construimos momentos irrepetibles. Entonces llega la noche y me pregunto por qué llevo tantos días sin sentirte igual de cerca que la última noche. Y me pregunto también qué piensas tú de todo esto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

hay preguntas malditas
escapa d ellas o acabarán atrapandote (aún más)