lunes, febrero 19, 2007

Empezar de nuevo a tener que hacer largas cuentas atrás, cuando ya casi las tenía olvidadas. Darme cuenta de que no supe hacer a tiempo la cuenta atrás para despedirte y ahora el tiempo se me echa encima. Porque aún no te has ido y ya estoy empezando a descontar los días que quedan para vuelvas. Y comienza a ser habitual. Pero yo no quiero acostumbrarme a decirte adios.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tienes razón, el adiós es difícil. Quizás sea porque no descansa sobre nada, simplemente flota en el tiempo, en la incertidumbre.

En fin...

Anónimo dijo...

aprendemos a base d patadas en la boca
es ley de vida