viernes, julio 02, 2004

Anoche

Permanecí sentada
en la barra de un bar
con un amigo a mi lado
con sus propios problemas
como un día normal.
Casi sin hablar,
más con gestos que palabras
conversábamos en silencio
abrazándonos
y mirándonos a la cara,
cruzando las miradas.
Vaso tras vaso
nos perseguía el recuerdo,
a cada uno el nuestro.
Luego la confusión,
se forzó una reacción,
y con ella varias.
Sentimientos que afloraban
hacia otras personas,
buenos o malos.
Preocupación por tantas cosas,
cuando se solucionó,
realmente aún faltaba más.
Inquietudes por él,
por su comportamiento,
porque no pudiese controlarse
y el alcohol y el rencor
actuasen por él.
Afortunadamente,
hubo alguien que supo actuar,
alguien que supo qué hacer,
a pesar de todo.
Alguien que hacía tiempo
que no se dejaba ver
y cuya confianza y amistad
ayer recuperé.
Sé que sucedio ayer,
pero, ¿por qué siempre nos pasa algo?

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