viernes, mayo 09, 2008

merodeando por el Círculo Polar

Y en realidad ella no sabía si quería ser recordada como aquella escritora bohemia que lo dejó todo un atardecer para ser ella misma y, en su miseria, fue atropellada por un autobús antes de tener siquiera la oportunidad de morir de amor limpiando una lechuga por falta de liquidez.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

es una tortura eso de pensar en cómo quieres ser recordado.

por lo menos para mí lo es.

:s

Unknown dijo...

Buenos días.
No sé si esa historia es verdadera, si lo es, triste historia me parece.
Morir aplastada por un autobús es una forma horrible de morir.

Un beso.

Olga.