martes, marzo 24, 2015

hastaelinfinitoymasalla


Escaparme contigo del mundo es la mejor cura para cualquier tipo de mal. Porque, aunque ya lo sabía, nunca está de más recordar que si tú conduces, yo podría ser tu copiloto hasta el fin del mundo. Y es que no importan los reveses de la vida o la desgana, mientras queden momentos que podamos guardar en nuestro recuerdo como pequeños tesoros. Porque lo que importa al final, es haber podido compartir un puñado de instantes inolvidables con personas que merecen la pena. Y todos los demás con quien se lo merezca más. Y es que cada vez tengo más claro que no mi único hogar es aquel en el que estés tú, y todo lo demás es secundario. 

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