lunes, diciembre 30, 2013

Melancolía vs sonrisas


Lo reconozco. Llevo todas las Navidades sintiendo que no es Navidad, que me falta algo, que ya no queda magia. Perder las ganas, la ilusión, el deseo de seguir soñando es terrible, sobre todo en Navidad, sobre todo para mí en Navidad. Y más aún cuando no hay motivo. O a lo mejor es que hay demasiados. Pero no está todo perdido. 
A veces una simple confesión sincera entre lágrimas al amor de tu vida y su correspondiente reacción te hacen sonreír durante horas. A veces ese amigo que es como un hermano mayor, se acerca más y más y vuelve a hacerte sonreír. A veces el saber que has hecho mella en alguien, que tu huella ha calado en el año más importante de la vida de alguien es más que suficiente. 
Ayer me desperté sintiéndome vacía como hacía mucho tiempo que no me sentía, y teniendo la sensación de que no había sonreído en todo el fin de semana. Y después de un puñado de canciones, besos y reencuentros, fríos paseos de tradición navideña, mensajes inolvidables y palabras de aliento, he sonreído más que en el último mes. Así que, al final, no está todo perdido.

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