Y sé que tienes razón, aunque no sepas más de lo que yo te he dejado saber. Y tenemos todavía muchas causas pendientes. Y palabras. Y conversaciones difíciles que entre los dos somos capaces de hacer más fáciles. Y aunque duela, y siga doliendo como pocas cosas antes, he de confesarte que eres el mejor de los analgésicos. Quiero que sonrías, quiero que nada más verme pongas una sonrisa de oreja a oreja, dices. Como las que siempre has puesto tú cuando yo llegaba. Y siempre procuro hacerlo. Aunque me duela.
1 comentario:
y aunque ahora duela...llegara un momento en que esa sonrisa no esconda ningun dolor!
tiempo al tiempo... :)
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