Es evidente que hay cosas que no pueden cambiar de la noche a la mañana, y por muchos litros de alcohol que corran por mis venas, hay ciertos pensamientos que no desaparecen. La consciencia, y sobre todo la subconsciencia, es un campo demasiado complicado para adentrarnos en él sin experiencia previa ni un par de tequilas encima, por ejemplo. Es curioso cómo hay momentos en los que perdemos la noción del tiempo y del espacio, y perdemos el sentido y la razón, y nos dejamos llevar por la música que suena en nuestras cabezas y las circunstancias que nos rodean; y sin embargo, aunque no seamos capaces de articular palabra o pensar con sensatez, hay algo en nuestro interior que nos recuerda quienes somos, qué buscamos y qué es lo que nos mueve a actuar, a sentir, a opinar, en definitiva, a vivir. Y nos recuerda, muy a nuestro pesar en ocasiones, qué amamos y por qué no podemos encontrar la felicidad plena en esta vida terrenal.
4 comentarios:
No podemos encontrar la felicidad...
de momento...
El alcohol a fin de cuentas es un depresor y no nos queremos dar por enterados.
Yo tampoco e? XD
un besito faaaaaaaa
ya me vuelvo pa ferrol :(
.... que cosas, .... bueno................. la hora de la siesta es lo que tiene,
Besito
Pilar
la felicidad..... pues no, yo no la veo por ningun sitio :S qué triste......
y no, el alcohol no es un buen amigo para mi......... :S:S:S
besetes
Hola guapa.
Digamos que soy nueva por estos mundos, jeje.
Me ha encantado tu entrada...
Es cierto, no podemos encontrar la felicidad... Pero viene la pregunta del millon, existe la felicidad? Es un simple estado de animo que viene y va... Tan solo eso.
Beber? Eso no soluciona nada... Al dia siguiente lo ves todo mucho peor y con resaca xD
Un beso.
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