Es curioso. Se me acelera la respiración con demasiada facilidad. Y ni siquiera estás aquí. Quizás ese sea el problema. Que ya te echo de menos cuando no te veo, experimentando una especie de preludio de lo que vendrá cuando no estés. No dejo de pensar en ello, porque es algo que me atormenta. Quizás sea esa la razón por la que me cuesta tanto conciliar el sueño, quizás porque tengo miedo de perderte. Y sé que no va a pasar. Quizás lo que más miedo me da no es perderte, sino pensar que puede suceder. Y todavía me tiembla el pulso. Y juraría que hasta tengo taquicardias. Será la ansiedad de verte alejar poco a poco, la misma que te acompaña estos últimos días. Y es que marcharse nunca es fácil, pero quedarse es mucho peor.
1 comentario:
me gusto esta entrada, pese a que dijeras que era de maxima atrapada...y exaras de menos seguro y mucho...pero no vale la pena angustiarse ahora pensando en lo que vendrá...disfruta de estos dias que quedan y vive cada instante al máximo...sabes que no perderás nada de lo que tienes ahora asi que fuera miedos y en menos de lo que te esperas...esa personita estará de vuelta :)
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