Y apareces de repente, cuando nunca te espero, cada vez que hablo demasiado de ti. Y charlamos sobre lo vanal y lo humano. Y me dices cosas como que te encanta como escribo aunque no hayas leído nada de lo que escribo para ti, pero sí todo lo demás. Y resulta que a veces vienes a verme en tus ratos de descanso sólo para ponerme la mano en el hombro y darme fuerzas. Como acostumbro a veces a hacerlo yo. Y coincidimos por aquí y por allá. Y hablamos de tus amigos y de mis amigos. Y compartimos momentos irrepetibles. Y resulta que volvemos a encontrarnos por casualidad y cuando eso ocurre y no hay nadie más a nuestro alrededor parece que el mundo se detiene. Y me das dos besos. Y me regalas cosas que le ponen un poco de sal a la vida, y otras que la endulzan. Como tus historias, o tus sonrisas. Y muchas cosas más. Y no quiero empezar de nuevo a hacer [des]cuentas atrás. Aunque vaya a ser inevitable . . .
1 comentario:
no hagas cuentas atras fa!!!
reten todo lo que tienes para guardalo hasta que hagas una cuenta atras de las que molan, de las que dices, quedan 2 dias :)
un murrusmuas!
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