Si es cuestión de confesar, preparo el café demasiado cargado, y además me gusta el fútbol. No podría ser infiel y no tengo puntería ni para jugar a los dardos ni para entender por qué no es importante dar en el centro de la diana. Y no, no llevo reloj casi nunca. Y si lo llevo, desde luego no lo uso.
Y para ser más franca, nadie piensa en ti como lo hago yo ... aunque te dé lo mismo.
Si es cuestión de confesar, suelo dormir mal por las noches, sobre todo esta última semana, y los domingos me ducho siempre con demasiada prisa. Lloro al menos una vez al día, y casi siempre es por ti, sin importar si afuera de mí hace frío o calor.
Conmigo nada es fácil, ya debes saber, me conoces bien ... y sin ti todo es tan aburrido
Y tienen razón los que dicen que cuando hay que hablar de dos es mejor empezar por uno mismo. Y lo he aprendido demasiado tarde, y gracias a ti.
Ya sabrás la situación, aquí todo está peor ... pero al menos aún respiro.
El cielo está cansado ya de ver la lluvia caer y cada día que pasa es uno más parecido a ayer. No encuentro forma alguna de olvidarte porque seguir amándote es INEVITABLE.