Salí de clase temprano, aunque ya estaba anocheciendo demasiado deprisa. Mis pasos no me preguntaron, se encaminaron hacia aquel lugar en el que nos fuimos conociendo poco a poco, donde compartimos tantos momentos irrepetibles, en donde más reímos y más lloramos también, pero siempre juntos.
Y recuerdo que siempre iba a buscarte allí. Y hoy volví. A ver si veía a alguien. Típica excusa sin sentido. En realidad, y aunque sabía que no estabas, creo que fui buscándote a ti. Como de costumbre. Era ya de noche, y como corresponde a esta época del año, estaba demasiado vacío. A estas alturas sólo nosotros y pocos más rondábamos por allí. Y hoy ni siquiera había luz en aquel rincón en el que aprendimos a comunicarnos de otra manera. Me pareció tremendamente grande y vacío sin ti. Y triste. Tremendamente triste.
Y luego recorrí una vez más ese camino de vuelta que siempre compartíamos antes de despedirnos en aquel cruce de caminos con un abrazo siempre demasiado sentido.
Y me faltabas tú y tus abrazos. Y no sólo porque estés lejos, sino porque estos días siento que Tú y el Mundo estáis mil veces más distantes de lo habitual.
2 comentarios:
jolin... q duro te lo has puesto... evita esas cosas...e intenta ser fuerte... besitos preciosa
anda que no abre echo yo veces cosas parecidas y luego irme con un bajon horrible.... aisssss
TONTA!
hay que evitar ciertas cosas
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