No fuiste la primera en enseñarme a intentar bailar,
sí la que me hizo amar la danza popular gallega,
la que me curó mis traumas con el treinta y tres,
me enseñó a echar la voz para fuera,
me demostró que tocar y cantar a la vez no era imposible.
Y me llevaste contigo cuando me quedé sola
a un lugar donde compartir esa pasión,
donde crear un entorno familiarizado en el que me sentía a gusto.
Y de repente todo se rompió un poco
cuando la tragedia nos sorprendió la primera vez.
Poco pudimos imaginar de aquella
que años después tendría que volver a pasar por algo así.
Pero esta vez no te tengo para seguir adelante
porque esta vez has sido tú la que te has marchado.
3 comentarios:
.Pero algo sigue en ti de ella.
mirate bien adentro, incluso en los bolsillos...
Si no siempre hay gente nueva a la que aferrarse.
Mua.
.Notesuelto.
:(
La pérdida es el peor sentimiento del mundo. Quizás por eso, cada vez que leo algo relacionado con ella, se me erizan los pelos de la nuca y se me llenan los ojos de lágrimas. Porque soy incapaz de mencionarla en voz alta sin llorar...
Publicar un comentario