jueves, febrero 21, 2008

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Hay momentos en los que sobran las palabras. Y es mejor callar todo eso que sientes y simplemente suplirlo con un cándido abrazo, lo más sincero posible. Porque todo lo demás está de más.
Y me duele verte pasar por lo mismo que tú me viste pasar hace aún muy pocos meses. Y que, al igual que yo hice en su momento, no lo asimiles en el primer momento. Y ver como te crees mejor de lo que en realidad estás. Y no poder hacer más que acompañarte, como tú lo hiciste antes.
Pasarán los días, las semanas. Y un día te sorprenderás llorando sin saber por qué. Entonces recordarás el día de hoy y lamentarás no haberlo hecho antes. Pero eso es algo, que ninguno puede controlar.
Pero no olvides que ese día, al igual que hoy, yo estaré a tu lado. Para abrazarte, para hacerte sonreír, para dejar que te apoyes en mí. Como tú hiciste por mí en mis peores momentos. Porque ahora empiezan los tuyos. Y no pienso dejarte solo frente a esto.
Porque te quiero demasiado. Y ahora, ya no me cuesta hacértelo saber. Como antes.

4 comentarios:

MoN dijo...

Yo te habia escrito pero no se me envio.

A veces no hay nada que decir.

Simplemente estar, y sentir.

un besito a mi comentadora numero uno!

Anónimo dijo...

Y kién mejor ´ke tú para darle ese abrazo, para ser su apoyo.
Nadie mejor ke tú.

Un beso.
Feliz sáado.

Olga.

Anónimo dijo...

no puedes hacer otra cosa. y el q llore lo q pueda/ cnd pueda, q no siempre sale cnd quieres /necesitas. a vecs me gustaria q me fuese mas sencillo pero no soy de lagrima facil ni queriendo.

Úrsula

Anónimo dijo...

si todo se dijera con palabras...mal nos iría...

:)

(poniéndome al día)