Volver la vista atrás un día como hoy, y recordar lo que fui. Y cómo pueden llegar a cambiar las cosas en tres años. Cómo una vida puede dar vueltas y más vueltas, puedes cambiar de coche, acabar una carrera, conseguir y perder infinitos trabajos, conocer gente nueva, querer cambiar tu vida y conseguirlo, perder gente porque la vida se los lleva, o perderla porque simplemente no merecía la pena. A veces los pilares de tu equilibrio emocional se tambalean, algunos se derrumban, otros simplemente desaparecen. Otros pasan a un segundo plano, pero sabiéndose firmes en caso de emergencia. Y a veces aparece alguien que convierte el día más triste y melancólico de tu vida, en un día para recordar con una sonrisa agridulce, pues nunca puede ser feliz del todo, pero sí satisfactorio. Y dejar que se vaya construyendo, poco a poco, la columna vertebral del futuro que nos puede tocar vivir. Juntos.
2 comentarios:
Me encantan tus entradas de reflexión Fa!!!
lo que nos ha cambiado la vida en estos años, pero yo creo que la mayoría de esos cambios han sido para bien y lo que se ha quedado por el camino no merecía la pena...lo mejor aun esta por venir, seguro!
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