Y resulta que de repente entre las tormentas huracanadas de los días pasados se asoma un veranillo de San Martín un tanto desubicado, pero no del todo. Y luce el Sol, y eso me provoca que me ponga azul, guiñe un ojo y sonría. Por ejemplo. Nunca hubo margaritas suficientes, ni días de verano ni recuerdos enlatados. Siempre he necesitado caricias adicionales, y ahora, a ratos, puedo verlas camufladas en algunas frases de madrugada.
2 comentarios:
y ahora conoces a milkito y toda tu vida sera mejor
aprovecha el sol..
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