Echaba de menos tener cerca al mejor amigo que me había dado la vida. Echaba de menos verle, abrazarle. Echaba de menos que formara parte de mis rutinas y que me escuchara cuando sabía que tenía algo que decir. Echaba de menos esa forma tan especial que tenía de cuidarme y cómo se preocupaba hasta el extremo. Echaba de menos, también las discusiones acaloradas en las que parecía que no me entendía pero en realidad sí lo hacía. Lo echaba de menos hasta hoy, que en cierto modo lo recuperé. Y aunque aún hay cosas en las que no estamos ni estaremos jamás de acuerdo ... adoro esa forma que tienes de ponerme los pies en el suelo cuando crees que vuelo sin control. Aunque sea a base de metafóricos golpes en la nuca.
3 comentarios:
Yo el sabado tambien eche de menos... Pero son cosas que hay que llevar :)
fatima wapa!!!
te quiero ver contenta :)
Es bueno tener alguien cerca que te coja del tobillo cuando empiezas a elevarte sin control
qué bonita frase!!!!!!! me encanta
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