Lo peor de que no estés es mi desgana para casi todo. La mayor que había sentido hasta ahora. Porque no me cuesta reconocer que en los últimos tiempos nunca fui capaz de concentrarme del todo, pero teniéndote a mi lado era más fácil. Compartimos desganas y fuerzas para sacar adelante proyectos que ni siquiera nos interesaban del todo. Porque sentado enfrente, con un par de palabras, lograbas centrarme en lo que nos ocupara en ese momento. Y ahora que no estás, me siento incapaz. Aunque no es más que un ínfimo motivo de los miles por los que no dejo de añorarte.
1 comentario:
darse cuenta de las cosas es algo que muchas veces se echa de menos.
por lo menos te das cuenta de las cosas.
todo será buscar el lado que brilla en cualquier callejón.
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