No nos cansemos de hacer el bien
Llovía. Y hacía frío. Tanto que hasta la lluvia cristalizaba. Tanto que su piel parecía porcelana fina. Y son embargo sonreía. Y a penas sentía el frío. O si lo sentía no le importaba. Porque por primera vez en mucho tiempo se sentía plena. Y feliz. Y sabía exactamente por qué era.
1 comentario:
aqui en mi corazon ya graniza... y fuera tambien
besitos
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