Hay quien piensa que por saltar 7 veces las hogueras de San Juan ya tiene asegurado el acabar casado, o que por lavarse a la mañana siguiente con agua de flores estará guapo todo el año, o que si quemas un deseo esa noche, se cumplirá.
Yo salto las hogueras cada año pero esta noche no he saltado siquiera una tan sólo una vez. Pensándolo bien no tengo intención de casarme este año, y además tengo de repuesto todas las de los años anteriores.
Me he lavado la cara con agua de flores, como manda la tradición. No porque piense que eso me ayudará a estar guapa todo el año, si no por costumbre. Hay días en los que me siento de todo menos guapa y falta el primer año que haya dejado de cumplir con el rito.
En cuanto a los deseos, ya no los pido. Ni al fuego, ni a las estrellas, ni al pasar el puente de Betanzos sin respirar. No he dejado de soñar, pero ya no pido deseos. Ni magia negra, ni magia blanca. Hoy por hoy en la única magia en la que creo es en la de tus ojos.
3 comentarios:
SAN JUAN aturde algunas cosas, inocentes algunas que a veces queremos pretender quemar lo viejo en la hoguera, pobres de nosotros.
Un besito
j0... me gustó tu escrito.... y me identifico, sólo creo también en esa magia... un besito =) pasé por aquí a visitarte. mua!
Y yo que tampoco creo en nada de nada del rollo de San Juan... me da pena porque siempre se me olvidan todos esos conjuros de buena suerte y demás que flotan alrededor de este día...
Yo creo también en otras magias: la de que cada día siga amaneciendo y tenerlo todo.
Un besote
Pilar
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