Y a ratos ... me siento renacer. Después de días de sol. De niñez desgastada. De canciones. De risas y sonrisas. Después de noches en las que me pierdo y te encuentro. Nunca estuve mejor que a tu lado. Y recuerdo un día largo en el que estuviste en casi todos los buenos momentos. Porque siempre acababa volviendo a ti. Y contigo, lo demás nunca importó. Y te miraba. Y me mirabas. Y sonreíamos, sin saber bien por qué. Y recuerdo esa noche. La noche en la que estuviste a mi lado sin pretenderlo. La noche en la que nos reímos y disfrutamos. La noche en la que al mirarte comprendí que encontrarte era mi destino. Y que sin que tú lo supieras, yo nací para encontrarte. Y saber, a ciencia cierta, que si hay en el mundo una persona para cada uno, para mí no puede haber otro.
4 comentarios:
Certezas que producen esclofrios.
Agarralo fuerte,
y bajo ningun concepto lo sueltes.
Mua!
Encontrar a esa persona ke es tu perfecta mitad es una felicidad.
Agárralo con todas tus fuerzas.
No lo sueltes nunca.
Un beso.
Olga.
Sentirse tan tan bien con una persona es genial.
Y no muchas veces pasa...
sigue sabiendome raro ese fondo.
:S
Publicar un comentario