viernes, abril 25, 2008

efecto primaveral

Y resulta que de repente el Sol se cuela por entre las rendijas de las persianas. Alguien me ha dicho que ahí fuera hace calor. Y me lo creo. Porque mis pies todavía no han pisado la calle por hoy. Ni lo harán. Me dedico a coleccionar restos de recuerdos en pequeñas dosis de pestañeos.
Resulta que mis uñas nunca crecen lo suficiente, pero en los últimos tiempos he aprendido a mantenerlas a raya, entre mis neuras y los estereotipos estéticos de lo contemporáneo. Además, ni siquiera he tenido la oportunidad de que me salieran pecas esta primavera. Y en los tiempos que corren, ésta es una gran contrariedad.
Mis gafas siempre se acaban resbalando un poco, creo que es porque mi nariz todavía sigue siendo demasiado pequeña. Aún así, no esconden que estos días mis ojos son más verdes que nunca. Efectos secundarios de un fiebre que viene y va. O de las migajas de ilusión que todavía brillan en mis pupilas. Todavía no sé muy bien por qué.
En mis manos todavía sostengo uno de esos libros de Baricco que me hacen soñar. Porque si hay algo que todavía conservo es la capacidad de no dejar de soñar.

4 comentarios:

LaCaja31 dijo...

y no la pierdas nunca!!!

Anónimo dijo...

jamas dejes de soñar, porque entoces se acabara todo

Unknown dijo...

NUNCA, NUNCA, NUNCA, piensalo si pasamos de los sueños nos queda esta vida que está bien casi siempre pero que aveces duele y esas cosas y eso en los sueños nunca sucede NUNCA, NUNCA NUNCA

BS
PILAR

Anónimo dijo...

mientras sueles habrá la posibilidad de que las cosas se parezcan a lo q sueñas.

pero si no sueñas no habrá nada a lo q parecerse.

:S