Noviembre llega con sus fríos intermitentes y sus hojas caídas. Con sus ojos sabor chocolate amargo y sus bufandas tejidas con polvo de estrellas.
Y se encierra en tus sonrisas, en las palabras que no pronuncias y en las miradas que me gusta imaginar. Noviembre sabe a ti mucho más que ningún otro mes.
Quizás porque fue el último Noviembre cuando me di cuenta que eras especial. O cuando tú empezaste a sonreírme más que por costumbre.
Quizás Noviembre sólo sea el murmullo de los meses vividos, o de los que quedan por llegar. Quizás el próximo Noviembre simplemente seas tú y nada más.
4 comentarios:
Adoro Noviembre.
No me digas porké, pero me encanta.
Un beso.
Olga.
Mis noviembres saben a convención, ain ventario, a mi segundo cumpleaños del año, a que corra para ver la Navidad, saben a viento frío y aprimeras bufandas, huelen a castañas y a ¡no me quedan vacaciones!, a sprin final.
Mis noviembres cantan cumpleaños feliz a mi chico (por eso me encantan), cantan pelis en el sofá y rezan ¡ paga extra en Diciembre!
Besotes
Pilar
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quejica mía.
que si vengo a verte, es más, casi a diario... otra cosa es que no te escriba.
Pero si que vengo!
hombreya!!
Y qué bonito Noviembre,ains...
Hay meses más especiales que otros. A mí me encanta febrero, pero noviembre me parece un mes encantador. Empieza a hacer frío, xo no congela. Las hojas se empiezan a caer y tiñen todo de ese color marrón tan característico y precioso.
En fin, que noviembre, o enero, o marzo, o febrero, o agosto pueden ser el mes más especial del mundo.
Mejor que mejor.
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