Y a veces, nos encontramos con que el cristal con el que miramos la vida deja de estar empañado, y empiezas a ver de otra forma tu pasado, tu presente y tu futuro, de una forma tan nítida como nunca habías imaginado antes. Porque hasta el futuro más incierto empieza a ser más claro. Quizás porque después de demasiado tiempo, puedes volver a experimentar la magia de la ilusión.
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